¿Pueden estos cinco hábitos afectar a la implantación embrionaria?

Son muchas las mujeres que quieren quedarse embarazadas y tienen dudas sobre qué actividades y hábitos deben o no realizar para que se produzca la implantación embrionaria.

Cuando el óvulo resulta fecundado, este comienza su descenso hasta el útero. Una vez allí, se produce la implantación embrionaria , de cuyo éxito depende que el embarazo siga adelante. Debido a su importancia, las mujeres que desean quedarse embarazadas se preguntan a menudo qué hábitos diarios pueden ser nocivos para que la implantación se lleve a cabo.

Los expertos de Ava señalan que las dudas más frecuentes están relacionadas con la práctica de ejercicio y relaciones sexuales. Pero, ¿pueden realmente estas acciones afectar al desarrollo del embarazo?

  1. ** **Ejercicio físico: a muchas mujeres les preocupa hacer ejercicio por si algún movimiento brusco afecta al óvulo. La realidad es que no hay ningún problema en continuar con la rutina de ejercicio o empezar una nueva , siempre y cuando se aumente el nivel de manera progresiva. Además, el ejercicio reduce el estrés. No obstante, hay una excepción y es que el cuerpo percibe el ejercicio muy intenso como una forma de estrés fisiológico, pudiendo reducir los niveles de progesterona , una hormona que ayuda a que el embarazo se desarrolle de forma segura.

  2. Consumir cafeína: son múltiples los estudios que han demostrado que el riesgo de aborto natural aumenta con la ingesta de cafeína. Las mujeres que consumen más de 200 mg (la cantidad de una taza de café) tienen el doble de probabilidad de abortar (25,5%) que las que no toman cafeína (12,5 %). Otro estudio demostró que las mujeres que beben más de 200 mg de cafeína al día tienen la mitad de posibilidades de concebir por ciclo que las mujeres que consumen menos. No queda totalmente claro por qué las grandes cantidades de cafeína parecen tener un efecto negativo en la fertilidad, pero hay estudios preliminares en ratones y monos que sugieren que la cafeína inhibe la maduración ovular. Un óvulo inmaduro puede no ser fertilizado y por ende no puede producir un embarazo.

  3. **Estreñimiento: **durante la fase lútea, la progesterona se eleva, pudiendo provocar obstrucciones intestinales. En este contexto, muchas mujeres temen que los esfuerzos abdominales al ir al baño hagan que el embrión incipiente se desprenda del revestimiento uterino. Antes del embarazo, el útero está totalmente cerrado; todas sus paredes se tocan. De esta forma, es un entorno muy seguro para un óvulo recién implantado y sería prácticamente imposible que eso ocurriera.

  4. **Relaciones sexuales: **hay mujeres que temen que las contracciones provocadas por el orgasmo puedan causar el desprendimiento del óvulo. Lo cierto es que muchos estudios lo han investigado y uno de ellos sí concluyó que el sexo durante la fase de implantación disminuye ligeramente la probabilidad de concepción, aunque no tuvo en cuenta los porcentajes de orgasmo. No obstante, otra investigación demostró que tener relaciones durante un ciclo de fecundación in vitro mejora las posibilidades de embarazo, ya que se cree que la exposición al semen promueve el desarrollo del embrión y la implantación en animales.

  5. Entornos de calor: sauna y jacuzzi: no existen estudios que se centren en el impacto que puede tener en la implantación darse un baño en un jacuzzi o acudir a una sauna. Por ello, se recomienda seguir las mismas indicaciones que reciben las mujeres embarazadas: n o permanecer en entornos que superen los 40 grados, n o situarse en el punto que suministra el agua caliente y h acer descansos cada 10 minutos.

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