13May. 15
¿Es útil el tratamiento que se hace actualmente del dolor de espalda? ¿Se derrochan recursos destinados a rehabilitación sin que tenga ningún sentido terapéutico?
¿Es útil el tratamiento que se hace actualmente del dolor de espalda? ¿Se derrochan recursos destinados a rehabilitación sin que tenga ningún sentido terapéutico? Las respuesta a estas preguntas las da un estudio, realizado por investigadores españoles y refrendado por Physical Therapy , la principal revista científica internacional en el campo de la fisioterapia y una de las más importantes del mundo en el ámbito de las enfermedades músculo- esqueléticas, que refleja que el tratamiento fisioterápico del dolor lumbar aplicado habitualmente en los servicios de salud autonómicos debería ser revisado, pues hasta el 60% de los recursos públicos destinados a rehabilitación se derrochan en tratamientos carentes de fundamento científico o comprobadamente inútiles.
De hecho, un simple programa de educación sanitaria ha demostrado científicamente obtener mejores resultados que el tratamiento habitual en el Sistema Nacional de Salud. El programa consiste en la entrega de un folleto concreto y una sesión de 20 minutos, impartida por un técnico sanitario a grupos de 20 pacientes con dolor lumbar y centrada en el “manejo activo” (que incita a evitar el reposo en cama y mantener el mayor grado de actividad que el dolor permite, para reducir la pérdida de tono muscular y acelerar la recuperación). La evolución del dolor y la discapacidad no mejora más si a ese programa educativo se le añade ejercicio estandarizado (tal y como se aplica en el SNS) y sesiones educativas sobre higiene postural.
El estudio demuestra que los resultados del programa educativo sí mejoran si se le añaden sesiones colectivas de una técnica fisioterápica concreta (llamada “GDS”), que pretende equilibrar las tensiones de los distintos grupos musculares mediante ejercicios concretos. Esta técnica ya había demostrado ser más eficaz que el tratamiento fisioterápico habitual en el Sistema Nacional de Salud, que consiste en ejercicio estandarizado y técnicas que no han demostrado científicamente ser eficaces y pueden considerarse como placeb o (esencialmente, onda corta, electroestimulación transcutánea y ocasionalmente ultrasonidos).
El dolor lumbar es el motivo más frecuente por el que los pacientes son derivados a rehabilitación en el Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa). Afecta a más del 80% de la población alguna vez en su vida, y supone la causa más frecuente de limitación de las actividades cotidianas (“discapacidad”) en el mundo.
Para el Dr. Francisco Kovacs, coautor del estudio y director de la Red Española de Investigadores en Dolencias de la Espalda (REIDE), “lo importante no es que un tratamiento sea aplicado por médicos o fisioterapeutas, sino distinguir los tratamientos de eficacia comprobada de los tratamientos especulativos; todo lo que demuestre ser efectivo debería usarse, máxime si reduce costes. Este estudio demuestra una vez más que es posible evaluar la eficacia y efectividad de los tratamientos no farmacológicos, en este caso fisioterápicos, con el mismo o mayor rigor que el exigido a los fármacos”.
Método de cadenas musculares GDS
**** El GDS toma su nombre de las iniciales de la fisioterapeuta que la describió (Godelieve Denys-Struyf). Parte del concepto de que la estabilidad de la columna vertebral depende de la coordinación de seis grupos (“cadenas”) de músculos (póstero-medial, antero-medial, póstero-anterior, antero- posterior, antero-lateral, póstero-lateral y anterior). Asume que los desequilibrios de la tensión de esos grupos musculares facilitan la aparición y persistencia del dolor lumbar.
Con este concepto, el GDS intenta reequilibrar la tensión de esos grupos musculares. Analiza las posturas y movimientos de cada paciente para determinar qué grupos están sobrecargados y cuáles están debilitados, y después le enseña movimientos y ejercicios destinados a mejorar los mecanismos de control automático que el Sistema Nervioso Central ejerce sobre esos músculos. Se usan ejercicios genéricos (que se asumen beneficiosos para cualquier paciente) e individualizados (destinados a estirar los grupos musculares excesivamente tensos y reforzar los debilitados en cada caso concreto). Estas enseñanzas y técnicas se aplican en quince sesiones: once colectivas (un fisioterapeuta instruye a varios pacientes a la vez) y cuatro individuales (un fisioterapeuta por paciente).
Hoy en día, el tratamiento fisioterápico estandarizado en el Sistema Nacional de Salud consiste en ejercicio (igual para todos los pacientes) y técnicas de fisioterapia que no han demostrado científicamente ser eficaces y pueden considerarse como placebo. Este tratamiento consume más tiempo (de los fisioterapeutas y los pacientes), y por lo tanto más recursos, que las sesiones colectivas de GDS, y ha demostrado ser significativamente menos eficaz.
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