Reducir al máximo el tiempo de reacción para estabilizar un infarto agudo de miocardio, clave para la supervivencia del paciente

El American College of Cardiology (ACC) ha elaborado un estudio para identificar las variables que impiden que se cumplan los tiempos recomendados para realizar una Angioplastia Primaria. Fruto del estudio se desprenden seis recomendaciones, cuyo fin es que el proceso sea rápido y de calidad.

El intervalo de tiempo que transcurre desde que el paciente con infarto agudo de miocardio (IAM) entra en un hospital hasta que se inician las medidas prácticas para realizar una Angioplastia Primaria -técnica que «limpia» las arterias bloqueadas de los pacientes que han sufrido un ataque cardíaco- resulta fundamental para la supervivencia del paciente.

Teniendo en cuanto que ese tiempo no debe superar en ningún caso los 90 minutos, y que en la mayoría de hospitales de Estados Unidos se superaba considerablemente, el American College of Cardiology (ACC) puso en marcha -en el marco del pasado congreso del American Heart Association (AHA) celebrado en Chicago- un estudio para identificar las principales variables por las que no se cumplen los tiempos recomendados.

Como resultado de este estudio ha nacido el programa «Door to Balloon» (D2B), que se presenta en Madrid con motivo de la reunión que organizan las Secciones de Cardiopatía Isquémica y Unidades Coronarias y la de Hemodinámica y Cardiología Intervencionista de la Sociedad Española de Cardiología (SEC).

De este análisis se desprenden seis recomendaciones fundamentales y basadas en evidencias científicas que proporcionan que el proceso sea «rápido y de calidad», tal y como afirma el Dr. Alfredo Bardají, presidente de la Sección de Cardiopatía Isquémica de la SEC.

En primer lugar el ACC recomienda que el sea el médico de urgencias el responsable de activar al laboratorio de hemodinámica para que se inicien todos los preparativos para realizar la Angioplastia Primaria. «En España esto no se hace así y es el cardiólogo el responsable de activar el protocolo», señala el Dr. Bardají. Por otra parte, una única llamada del médico de urgencias a un operador debe activar el protocolo de urgencia.

Asimismo el laboratorio de hemodinámica debe estar disponible para trabajar en un período máximo de 20-30 minutos. «De esta manera, señala el Dr. Bardají, tanto médicos como enfermeras deben tener preparado el protocolo para iniciar la estabilización del paciente en un máximo de media hora desde que el paciente entra en el hospital».

La cuarta recomendación es «una de las más importantes», apunta el Dr. Bardají, y consiste en ofrecer un feed-back de los datos de la intervención a todo el personal que ha formado parte. «Informar de cómo han ido las cosas anima al equipo de cara a próximas actuaciones», afirma el presidente de la Sección de Cardiopatía Isquémica de la SEC.

Por otra parte, es necesario que el equipo de gerencia del hospital esté mentalizado e involucrado con las urgencias cardiovasculares. De esta manera, el apoyo del personal gerente facilita el desarrollo del proceso.

Y finalmente el ACC emite una sexta recomendación basada en la creación de una filosofía de equipo, de tal forma que todos los miembros se sientan parte fundamental del equipo.

Interés de España

A esta iniciativa ya se han sumado más de 800 hospitales de Estados Unidos y sus responsables están abiertos a extenderla hacia Europa y el resto de países del mundo.

«España ha mostrado su interés para conocer las recomendaciones del programa D2B» -afirma el presidente de la SEC, Dr. Luis Alonso-Pulpón-. Disminuir al máximo el tiempo de reacción ante el paciente con infarto agudo de miocardio es una cuestión de máxima prioridad.