Regalos con y para el cerebro

Regalos que potencien la reserva cognitiva, fomenten las relaciones sociales o que vayan destinados a fomentar el ejercicio físico o la dieta mediterránea, son las recomendaciones de la Sociedad Española de Neurología a la hora de pensar en posibles regalos tanto para niños como adultos.

El cerebro es uno de los órganos más importantes de nuestro cuerpo, sin embargo, no dedicamos el tiempo suficiente a ejercitarlo. Puesto que en estas fechas muchas personas están buscando posibles regalos para sus familiares y amigos, la Sociedad Española de Neurología (SEN) y la Fundación del Cerebro (FdC) quieren aprovechar para animar a que este año se hagan regalos que estimulen el cerebro.

Pensando tanto en regalos para los adultos como para los niños, es importante que se apueste por aquellos que estimulen la actividad cerebral y que mantengan a la persona mentalmente activa: leer, escribir, los juegos de mesa, las actividades manuales,… son una forma muy adecuada de estimular las funciones cerebrales y aumentar nuestra reserva cognitiva fortaleciendo las conexiones neuronales y manteniéndolas jóvenes.

“Los adultos que ejercitan el cerebro experimentan un menor deterioro cognitivo o lo perciben más tarde. Además existen diversos estudios que relacionan la reserva cognitiva con un menor riesgo de desarrollar Alzheimer u otro tipo de demencias”, asegura el Dr. Pablo Martínez-Lage Álvarez, Coordinador del Grupo de Estudio de Conductas y Demencias de la Sociedad Española de Neurología.

“Además, la niñez es un periodo privilegiado para ejercitar las conexiones cerebrales, y el juego ocupa un lugar esencial. Como el juego está en la mente de los niños, cuanto más sencillos sean los juguetes, más se ejercita la imaginación. Es importante promover los juegos de mesa o al aire libre en los que se comparten unas reglas, se toman turnos, se presta atención a entornos cambiantes, se ejercitan las habilidades motrices, se usa la memoria y el lenguaje argumentativo, y se premia el esfuerzo. Para interesar a los niños en la lectura es preciso leerles bastante, mostrándoles que los libros contienen descripciones y narraciones apasionantes; esto les estimula a introducirse en los textos por cuenta propia”, comenta el Dr. Juan Narbona García, Neuropediatra de la Sociedad Española de Neurología.

También es importante “apostar por aquellos regalos que potencien las relaciones sociales y afectivas, que eviten el aislamiento o la incomunicación o que nos sirvan para eliminar el estrés. Y, por supuesto, todos aquellos regalos que nos inciten a ejercitar algún tipo de actividad física de forma regular o a llevar una dieta equilibrada”, explica el Dr. Carlos Tejero Juste, vocal de la Sociedad Española de Neurología.

“Pero sobre todo, lo que necesita nuestro cerebro es que lo sorprendamos, que lo saquemos de nuestra rutina, que le presentemos novedades inesperadas y divertidas, nuevos retos y nuevas emociones. Y qué mejor forma para conseguirlo que a través de un buen regalo”, afirma el Dr. David A. Pérez, Director de la Fundación del Cerebro.

Algunas ideas de regalos cerebro-saludables

1. Libros: Leer y escribir son probablemente las actividades más beneficiosas para nuestro cerebro. Pero igual de importante es leer que diversificar las lecturas. Por esa razón, un libro que verse sobre algún asunto novedoso, que nos permita imaginar nuevos mundos o convertirnos en expertos de algo nuevo, puede ser el mejor regalo. Lo mismo ocurre con los cuentos ya que permite que los niños aprendan a ordenar ideas, a interrelacionar conceptos y a ejercitar la memoria. Además, la lectura será aún más beneficiosa si se acompaña de la reflexión, de la asociación de lo leído con la vida propia o si genera historias interesantes que contarles a los demás.

2. Juegos: Los juegos permiten excitar y retar al cerebro. Los sudokus, los crucigramas, los rompecabezas, los puzles, los mecanos, los juegos de construcción… mejoran la agilidad cerebral y la capacidad de razonar. Pero, además, los juegos de mesa como el ajedrez, las damas, el dominó, las cartas,…permiten la interacción social. Se debe apostar por aquellos juegos que se basen en la lógica, en la estrategia, en la visión espacial, en la memoria, así como en las capacidades verbales, las matemáticas, etc.

3. Viajes: Cualquier cambio en la rutina ayuda al cerebro a desarrollar su memoria espacial y qué mejor forma de hacerlo que visitando un lugar en el que nunca hayamos estado antes. La búsqueda de nuevas rutas, memorizar nuevas direcciones y sobre todo, la alteración de nuestra rutina diaria, activará nuestro cerebro. Pero además, la curiosidad sobre las nuevas cosas que nos rodean mantendrá el cerebro funcionando a más velocidad y de forma más eficiente.

4. Potenciar nuevos hobbies y habilidades: Aprender a tocar algún instrumento musical, a cocinar, un nuevo idioma, a bailar, o cualquier nueva actividad manual hará que nuestro cerebro se ponga a trabajar. Nos permitirá ejercitar nuestra memoria, aprender nuevos movimientos pero, sobre todo, a retar a nuestro cerebro. Hay que tener en cuenta que, cuanto más nos habituamos a una tarea, más se convierte en rutinaria y, por lo tanto, menos trabaja nuestro cerebro al hacerla. Nuevos hobbies o nuevas actividades forzarán a que el cerebro tenga que prestar atención de nuevo y, además, nos permitirán eliminar el estrés de nuestras obligaciones diarias.

5. El cerebro también se alimenta: Nuestro cerebro es un gran devorador de grasas saludables, vitaminas, magnesio, calcio, cobre, fósforo, ácido fólico,… y la dieta mediterránea es la que mejor le sienta. Puesto que cada vez son más las personas aficionadas a los productos “gourmet”, cestas de frutas, un buen aceite, una botella de vino,… o incluso un libro de recetas de cocina mediterránea, puede ser una buena elección.

6. Ejercicio físico: Al igual que el resto de nuestro cuerpo, el cerebro se beneficia del ejercicio físico. Regalos que inciten a la práctica de algún deporte no sólo ayudarán a mantener nuestro cerebro más activo, mejorar el estado de ánimo e influir de manera muy positiva en la memoria, sino que nos permitirá controlar la hipertensión arterial, un gran enemigo de nuestro cerebro.