Resfriados, catarros, gripes… ¿qué puedo hacer?

15Ene. 08

La bajada de las temperaturas suele venir acompañada de los primeros procesos gripales. Llega el frío y con él la tos, los estornudos, el dolor de cabeza, el malestar general... Sin saber diferenciar si se trata de una gripe o de un simple catarro tendemos a automedicarnos para eliminarlo lo antes posible. Sin embargo, no vamos a conseguir mucho; tampoco si adoptamos medidas preventivas lograremos evitar el catarro.

La gripe es una enfermedad de curso agudo. El periodo de incubación es de 48 horas con una variación entre uno y siete días. Se transmite por las secreciones respiratorias a través de la tos y el estornudo.

Los principales síntomas son: fiebre alta de hasta 39º C, escalofríos, dolor de cabeza, dolores musculares, postración, estornudos, tos intensa y persistente, rinorrea, lagrimeo y faringitis leve. Es una enfermedad autolimitada con una evolución de cinco a siete días aunque algunos de los síntomas suelen durar entre dos y tres semanas.

Durante la temporada de gripe, cuya máxima incidencia ocurre en los meses de otoño e invierno, los síntomas de otras patologías respiratorias pueden ser confundidos con la gripe, como el resfriado común.

En este sentido, el doctor Dr. José Miguel Rodríguez González-Moro, de la Sociedad Madrileña de Neumología y Cirugía Torácica (NEUMOMADRID), precisa que «la gripe es una enfermedad vírica que afecta al aparato respiratorio inferior mientras que el catarro común es la rinitis que se caracteriza porque el paciente no tiene fiebre tan alta como en la gripe, no se acompaña de esa sensación de malestar generalizado y sobre todo, se da el moqueo nasal, los estornudos y algo de tos». «El catarro es mucho más leve que la gripe y en general no tiene mayores complicaciones», afirma.

¿Cómo se puede prevenir la gripe?

Medidas higiénico sanitarias relacionadas con la alimentación o los estilos de vida no suelen resultar efectivas para prevenir ni la gripe ni el catarro.

« La única medida de prevención eficaz contra la gripe es la vacunación «, afirma este experto. Y deben vacunarse «pacientes mayores de 60 años y quiénes tienen enfermedades debilitantes crónicas, sobre todo respiratorias como el asma, EPOC, bronquitis crónica, enfermedades metabólicas como la diabetes o enfermedades cardiacas como la insuficiencia cardiaca, renales, tumores…», añade.

España está entre los países del mundo en los que las tasas de vacunación frente a la gripe común son más altas. En la temporada pasada se administraron un total de nueve millones de vacunas, aumentándose la tasa de vacunación hasta el 70 por ciento de las personas de 65 o más años.

El especialista indica que el virus de la gripe que circula entre la población cambia cada año, así que todos los años hay que fabricar una nueva vacuna específica frente a una nueva cepa de virus. «La mayoría de las nuevas cepas de virus que circularán durante el invierno tienen su origen en Asia y van a circular alrededor del mundo de una forma bastante predecible», asegura.

Y cuando ya la tienes…

El Dr. Rodríguez aconseja guardar reposo, hidratarse bien mediante agua, zumos y tomar analgésicos para las molestias y/o antitusivos si hay tos.

Respecto a la automedicación, tan común en estos casos, conviene recordar una vez más que la gripe es una enfermedad ocasionada por un virus y los antibióticos no hacen nada. «La gripe cura espontáneamente en cinco o seis días, salvo que haya complicaciones en los grupos de riesgo», comenta.

Para evitar la transmisión del virus, se deben tener en cuenta las siguientes recomendaciones:

– Taparse la boca al toser o al estornudar, preferentemente con pañuelos desechables y no con las manos.

– Lavarse frecuentemente las manos, sobre todo después de haber tosido o estornudado.

– Procurar no reutilizar los pañuelos empleados al estornudar o limpiarse las secreciones nasales.