Resultados más estéticos con el cultivo de piel en grandes quemados

Los regeneradores dérmicos son muy útiles para tratar todo tipo de defectos cutáneos ya que ayudan, por un lado, a proteger temporalmente el cuerpo de agresiones externas como infecciones, pérdidas de proteínas y deshidratación, y por otro, a facilitar un lecho sobre el que luego se puede injertar piel del propio paciente. En el terreno del cultivo de piel se ha producido un avance muy interesante ya que las láminas cultivadas son ahora un poco más gruesas y, por lo tanto, más fáciles de manejar y más resistentes.

En los últimos años se han producido importantes avances en cuanto a las técnicas de cobertura cutánea dentro del ámbito de la cirugía plástica, reparadora y estética. El desarrollo de nuevos sustitutos dérmicos- epidérmicos, cultivos más depurados y su aplicación en nuevas indicaciones han llevado a la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE) y a su Fundación Docente a organizar un curso de actualización de conocimientos en el Hospital Universitario La Paz.

Numerosos expertos nacionales e internacionales se reunieron en Madrid para revisar el estado actual de la cobertura cutánea y examinaron y debatieron los conceptos básicos y las novedades de esta especialidad.

En España existen siete Unidades de Grandes Quemados que se dedican de forma específica al cuidado de esta patología y que tratan alrededor de 700 pacientes por año. Éstas se encuentran localizadas en Madrid, con dos unidades, Valencia, Bilbao, Sevilla, La Coruña y Barcelona. Las causas principales de los grandes quemados son accidentes laborales, de tráfico, domiciliarios o incendios, aunque a lo largo del año los cirujanos plásticos tratan un importante número de pacientes con quemaduras banales producidas por escaldadura de líquidos calientes en el domicilio o lugar de trabajo y por el manejo de aparatología eléctrica.

Avances en cobertura cutánea

La Dra. Beatriz Berenguer, Secretaria de la Fundación Docente SECPRE, explica que uno de los últimos avances en el tratamiento de esta patología son los nuevos regeneradores dérmicos «muy útiles para tratar todo tipo de defectos cutáneos ya que ayudan, por un lado, a proteger temporalmente el cuerpo de agresiones externas como infecciones, pérdidas de proteínas y deshidratación, y por otro, a facilitar un lecho sobre el que luego se puede injertar piel del propio paciente». «Las ventajas de estos nuevos regeneradores dérmicos -continúa la experta- son que se fijan mejor al lecho y que presentan avances para manejarlos de forma más fácil».

Los resultados que hasta ahora se obtenían eran estéticamente peores porque la cicatriz se veía más y la piel se mostraba más dura y rígida, pero desde la introducción de los regeneradores dérmicos esto ha cambiado. «Ahora -comenta la Dra. Berenguer- abrimos el producto y lo utilizamos, ya que antes teníamos que esperar a injertar piel del propio paciente o a disponer de piel de cadáver o de animal u otras alternativas».

Otro de los aspectos tratados durante el curso fue la evolución en el terreno del cultivo de queratinocitos. «Se ha producido un avance muy interesante ya que las láminas cultivadas son ahora un poco más gruesas y, por lo tanto, más fáciles de manejar y más resistentes», informa la Dra. Berenguer.

Líneas de investigación

Se está estudiando la posibilidad de mejorar los cultivos de forma que se pueda conseguir piel con todas las capas y de forma más rápida. «El hecho de que sea un cultivo de piel completa hace que los resultados sean mucho mejores en cuanto al resultado estético y funcional ya que es una piel que mantiene las propiedades elásticas y de consistencia de la piel», aclara la experta.

Por otro lado, «se están abriendo nuevas líneas de investigación relacionadas con células madre para intentar modular la formación de piel a partir de células fáciles de obtener como, por ejemplo, las células grasas», expone la Dra. Berenguer.

Otro campo muy importante es la modulación de la cicatrización, es decir, poder controlar con ingeniería genética o con terapias externas el tipo de cicatriz que se produce. «Lo importante sería que consiguiéramos colocar injertos o cultivos sin producir cicatriz porque en la actualidad no sabemos por qué hay gente que cicatriza mejor que otra», concluye la Dra. Berenguer.

Recomendaciones SECPRE:

1. El protocolo de actuación frente a las quemaduras es lavar la zona afectada con agua fría limpia, cubrir con un apósito o paño limpio sin apretar e ir al médico.

2. Existen falsos mitos como la aplicación de pasta de dientes que no sólo no beneficia al paciente sino que entorpece el trabajo del médico.

3. La cicatriz depende de la profundidad de la quemadura o de una infección secundaria, no de la aplicación de fórmulas caseras.