La lista a los Reyes Magos suele ser interminable, pero a a veces poco apropiada a la edad o las necesidades de los más pequeños. Por ello los papás deben de tener mucho cuidado. No es tarea fácil elegir el juguete adecuado con buen criterio, estableciendo prioridades, sin decepcionar a los niños pero tampoco sometiéndonos a todos sus deseos. La psicóloga infantil Mª LLuisa Ferrerós te ayuda a no equivocarte.
. ¿Qué criterios se deben seguir para elegir el regalo más apropiado para los hijos?
Mª Luisa Ferrerós : Lo importante es que los padres se guíen por el criterio de los adultos y no por el de los niños puesto que a veces los niños hacen las listas en función de los catálogos que tienen y de lo que ven por la televisión y no lo que es idóneo para ellos, ni por la edad, ni por la formación, ni para aprender.
El primer consejo que doy es que los padres rompan la lista de los Reyes y piensen en su hijo: se pongan en su piel, piensen la edad que tiene y que le puede hacer ilusión y, sobre todo, que le pueda servir para aprender.
La pregunta que nos tenemos que hacer todos es cuál el objetivo a la hora de elegir juguetes: si se trata de que el niño se entretenga y no me moleste o si se trata de buscar algo para que el niño desarrolle sus habilidades tanto sociales o afectivas como de entretenimiento. Nuestro objetivo tiene que se este segundo, sin duda.
¿Cuáles son los principales errores que cometen los padres?
El principal error es comprar todo lo que pide el niño, porque hay muchos regalos que los niños no los han visto en la realidad, sólo en la tele y luego se llevan una decepción tremenda. Por otro lado, cuando reciben más de tres juguetes, el cuarto, el quinto… el niño ni siquiera se entera de lo que está abriendo, simplemente lo abre y lo amontona y luego no tiene ni tiempo de jugar con ellos. El exceso de juguetes es un error importante.
Además, debemos pensar que el niño no tiene criterio para elegir: le gusta todo lo que ve y lo pediría todo. Él puede pedir todos los juguetes que quiera, pero si no son adecuados para él, no hay que comprárselos.
¿No tienen demasiados regalos…y de demasiadas personas? ¿Y cómo poner los límites?
Habría que buscar una temática, por ejemplo, un año que sea el año del garaje de coches, otro año el de los animales, otro año que sea la casita de muñecas, o la bicicleta. Así pues, si un año toca la bicicleta se trataría de que en una casa le regalen el casco y las protecciones; en otra la bocina y la mochila para la bicicleta; etc. Y todo esto hay que planteárselo como una búsqueda del tesoro. De este modo todos los regalos tienen una conexión y a la vez son un único regalo del que el niño se acordará toda la vida.
Los juguetes sirven para establecer un vínculo de apego por lo que si el niño tiene demasiados no puede establecer este vínculo, que luego se reproduce en la esfera de la vida. Es decir, un niño que está acostumbrado a tener 50 muñecos y se le rompe uno y le compran otro, pues hace lo mismo en la realidad: «tengo 50 amigos éste no me gusta, pues me compro otro».
¿Por qué los juguetes tradicionales/ educativos se están perdiendo a partir de ciertas edades?
Por la sociedad de consumo. En realidad no se tendrían por qué perder. Ahora vamos siempre adelantados y les regalamos antes de hora lo que los niños no necesitan. Hay niños de dos añitos que ya les han regalado un Scalextric y a esa edad lo que hacen es romperlo, no lo disfrutan y luego cuando tienen 13-14 años, que es el momento ideal para poder jugar porque entonces lo valoran y lo cuidan, pues ya no se lo regalamos porque es mayor. Los niños con esta edad todavía tienen edad para jugar a estas cosas, y no hay que suplirlo con las videoconsolas porque éstas lo que hacen es aislar al niño y no le ayudan a relacionarse.
Entonces, ¿cuándo comenzar con los videojuegos, teléfonos móviles, etc?
Los videojuegos hasta que tienen entre ocho y nueve años, en función también de su maduración y cuando veamos que el niño distingue entre realidad y fantasía.
Y los teléfonos móviles hasta que los necesitan, cuando tengan 11-12 años.
Otro error es comprar la tele y el ordenador para ponerlos en su habitación. En este momento los padres pierden totalmente el control, y si un día al niño le cuesta dormir y a las 12 se despierta y conecta la televisión, ¿qué puede ver? La tele es fantástica para compartir en familia y cuando un programa se acaba, se acaba y se va uno a su cuarto a dormir o a estudiar, no a ver la tele. Esto lo único que hace es aislar a los niños y ellos lo que quieren es relacionarse y comunicarse.
En este sentido, los papás suelen decir que les ponen muchos juguetes a sus hijos para que jueguen pero que a los cinco minutos se han aburrido… Es normal, porque lo que el niño busca es jugar con sus padres y que le enseñen como se juega. Los papás han de estar más presentes: ahora al ser menos hermanos y tener más distancia entre ellos los juegos entre hermanos se pierden y pasan a reclamar más atención del adulto.
¿Y qué regalos están totalmente desaconsejados?
Todo lo que son juegos de violencia de las videoconsolas estarían desaconsejados, ya que cuando el niño ya ha disparado y matado de forma virtual es mas fácil hacerlo de forma real.
¿Y aquellos especialmente beneficiosos?
Hay muchos juegos fantásticos: de mesa, rompecabezas, Monopoli, Parchís, Trivial, karaokes…, juegos neutros tanto para chicos como chicas y son para jugar en grupo, en familia.
Los papás deben de hacer caso de las recomendaciones por edades que constan en los juguetes. Hemos de vigilar las edades y buscar el regalo adecuado para aquella edad.
Los niños no se traumatizan por no tener el juguete de moda o porque su amigo tenga una consola y él no. Este miedo es de los padres. Si el niño tiene claro que le han traido un regalo especial para él, estará encantado y no le importará lo que tengan los demás y si no es así, es que hay algún problema. Porque si el niño está satisfecho, valorado y querido estará encantado con lo que le traigan.
Hay que utilizar la magia de los Reyes Magos para sacar provecho, para que el niño aprenda a aceptar la vida como viene, que le traigan regalos sorpresa, que no esperaba y que algunos que ha pedido no están, porque esa es la realidad. El niño se va a encontrar que cuando quiera estudiar tal carrera no va a poder entrar porque no tiene la nota y si el niño ya ha trabajado todo esto, pues el niño buscará la manera de conseguir lo que quiere.
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