Roche – Aprobado en España AVASTIN® como tratamiento de primera línea para el cáncer renal metastásico

Por primera vez, los pacientes con carcinoma de células renales podrán beneficiarse de unantiangiogénico que les permitirá vivir el doble de tiempo sin que su enfermedad progrese.

El cáncer renal metastático provoca cada año 100.000 fallecimientos en todo el mundo ya que la falta de síntomas hace que, habitualmente, el tumor se diagnostique en fases avanzadas en las que existen escasas opciones terapéuticas. Además, es uno de tumores que peor responde a la quimioterapia y radioterapia, lo que dificulta aún más su tratamiento.

No obstante, el Ministerio de Sanidad y Consumo acaba de aprobar el uso en España de Avastin® (bevacizumab) como tratamiento de primera línea para este tipo de cáncer en combinación con interferón, la terapia estándar para este tumor.

Según el doctor José Luis González Larriba, del Servicio de Oncología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, «la llegada de bevacizumab es el resultado del esfuerzo por comprender las bases moleculares que hay detrás del desarrollo de este cáncer». Por ello, destaca la relevancia de contar con este fármaco para hacer frente a un cáncer para el que «históricamente se ha dispuesto de pocos tratamientos para combatirlo y, además, los que había eran poco eficaces y muy tóxicos, como el interferón o la interleuquina». Y es que asegura que «las moléculas resultantes van dirigidas contra dianas muy concretas y han conseguido cambiar completamente el panorama del tumor renal».

Características del fármaco

Bevacizumab bloquea la angiogénesis, un proceso fundamental en la diseminación del cáncer ya que es el responsable de suministrar nutrientes y oxígeno a los tejidos cancerosos para que éstos sigan creciendo. Al cortar el suministro sanguíneo hacia el tumor, este medicamento evita su extensión y crecimiento a otras zonas del organismo (metástasis).

Para el doctor González Larriba, «el resultado de bloquear este proceso ha cambiado la esperanza de vida de los pacientes». Y es que, según afirma, se ha pasado de tener «pacientes que vivían siete u ocho meses sin que la enfermedad avanzara a duplicar estas cifras y, además, la respuesta al tratamiento es el doble».

Por tanto, la combinación de bevacizumab más interferón frente a éste último en monoterapia duplica la supervivencia libre de progresión y la tasa de respuesta, dos parámetros mediante los que se valora la eficacia. Asimismo, el doctor añade que «una de las virtudes del fármaco es que este beneficio sobre la supervivencia se consigue en todos los subgrupos de pacientes analizados» y que «sólo en un porcentaje pequeño de pacientes con un estado general muy deficiente el beneficio resulta más moderado».

Control de la toxicidad

Por otro lado, y en términos generales, añadir bevacizumab a interferón no representa un aumento de la toxicidad. Según González Larriba, el fármaco aprobado se conoce desde hace tiempo y la tolerancia es buena. Y es que asegura que «cuando los pacientes experimentan un síndrome pseudogripal se debe fundamentalmente al interferón».

Además, en un reciente estudio se ha comprobado que si se rebaja «la dosis de interferón se mejora la tolerancia sin perder actividad frente al tumor», lo que es posible que permita en el futuro que «se desarrolle una combinación que incluya dosis más bajas de interferón».