Salud en la piscina

29Jul. 04

Después de un día en la piscina puede ser que notes que los ojos te escuecen o que se han enrojecido, para evitarlo debes tomar algunas precauciones la próxima vez.

El exceso de sol y el cloro en las piscinas son las causas principales que pueden hacer aumentar los problemas de irritaciones o alergias en los ojos durante las vacaciones de verano.

Durante los días soleados debes ser muy cauto y evitar los problemas como la fotosensibilidad o la conjuntivitis (irritación ocular). Para ello debes proteger tus ojos utilizando unas gafas de sol homologadas. En días muy soleados la exposición directa y prolongada al sol puede producir quemaduras en la retina similares a las que se producen cuando se observan los eclipses de sol y que pueden afectar de forma permanente a nuestra visión. También hay que tener cuidado de la piel de los párpados, que es particularmente fina y sensible, cuidándola con cremas específicas.

Por otra parte, el exceso de cloro en las piscinas puede hacer que aparezca enrojecimiento, picor y escozor ocular. Durante el verano también pueden aumentar los síntomas en los pacientes con ojo seco (poca lágrima), debido al calor, los ambientes con poca humedad o el aire acondicionado. En estos casos, al igual que en el caso del cloro, los colirios humectantes son la solución más adecuada.

Recomendaciones para cuidar tus ojos:

-Cuando estés expuesto al sol usa una gorra o visera para atenuar la luz que llega a tus ojos.

-Protege tus párpados utilizando cremas protectoras indicadas especialmente para esta zona.

-Si al día siguiente todavía tienes los ojos rojos o te escuecen mucho acude al especialista para que te examine, él te aconsejará y te dará la mejor solución a tu problema.