Se demuestra la utilidad de las células madre autólogas de la sangre del cordón umbilical

Caden Ledbetter, un niño de dos años, de Coppell (Texas, USA) padecía un neuroblastoma, una enfermedad tumoral del sistema nervioso autónomo. Para tratar la enfermedad los médicos del Medical City Dallas Hospital decidieron aplicar, por vez primera, células madre autólogas procedentes de la sangre del cordón umbilical del propio niño. Con estas células, que los padres de Caden habían decidido conservar tras su nacimiento, fue posible tratar a este niño de dos años, a quien previamente habían sometido a quimioterapia y le habían extirpado el tumor quirúrgicamente. La terapia de Caden ha sido todo un éxito. En la actualidad, este niño de dos años no presenta síntoma alguno.

El Profesor Dr. Frank Berthold, Director del Departamento de Oncología Infantil en la Clínica Universitaria de Colonia, valora positivamente la aplicación a Caden de células madre autólogas de sangre del cordón umbilical. «En este caso, la decisión correcta fue aprovechar las células madre conservadas», refiere.

Según afirma Santiago Luengo, Director General de Secuvita, «es fundamental la conservación de la Sangre de Cordón Umbilical para, en caso de ser necesario, disponer de una muestra útil, con la máxima calidad y con el mayor número de células posible. Una vez más se demuestra la utilidad de este tipo de células en el tratamiento de enfermedades graves. Además, se va viendo como el uso autólogo es realmente importante en indicaciones en las que hasta ahora algunos sectores consideraban que era inútil. Sirva como referencia el caso de la niña con leucemia que se curó con sus propias células de cordón umbilical».

El neuroblastoma degenera las células del sistema nervioso autónomo, que controlan las funciones de órganos vitales como el corazón o el intestino. Uno de cada 5.000 niños se ve afectado por esta enfermedad maligna cancerígena. En Alemania, se diagnostican unos 120 casos de esta enfermedad cada año. En los niños, en la mayoría de los casos, la enfermedad se diagnostica hasta los seis años de edad, aunque una tercera parte de ellos se diagnostican dentro de los primeros 12 meses. La terapia se aplica en función del estadio en que se encuentre la enfermedad una vez diagnosticada. Si el neuroblastoma está en fase avanzada, se recomienda un trasplante de células madre autólogas. En Alemania esta situación se plantea en unos 60 niños al año. Las células madre necesarias al respecto pueden obtenerse o bien de la sangre periférica o también de la sangre del cordón umbilical. Estas últimas ofrecen la ventaja de que están disponibles de inmediato y su obtención no representa ninguna molestia adicional para el niño enfermo.

En palabras del Dr. Jaime Pérez de Oteyza, hematólogo y experto en trasplantes del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, «éste es el segundo caso de trasplante de sangre de cordón umbilical autóloga en un niño con neuroblastoma, lo que supone una confirmación más de la utilidad de la sangre de cordón umbilical en el tratamiento del cáncer infantil».

Sobre la sangre del cordón umbilical:

Junto a la médula ósea o la sangre periférica, la sangre del cordón umbilical representa una fuente cada vez más importante para la obtención de células madre. La ventaja radica especialmente en la elevada vitalidad de las células y en la poca edad: Las células madre tienen como máximo nueve meses. Por otra parte, su escasa inmunogenidad produce una mejor tolerancia en el caso de transplantes de células madre autólogas. Otra ventaja adicional de las células madre de sangre del cordón umbilical es la sencillez de su obtención, que tiene lugar sin dolor tanto para la embarazada como también para el recién nacido. Las células madre de sangre del cordón umbilical se pueden utilizar potencialmente en una amplísima gama de indicaciones. Ya en estos momentos existen campos de aplicación muy concretos, como, por ejemplo, diferentes enfermedades cancerígenas y del sistema inmune y en el campo de la medicina degenerativa.