19Sep. 07
Recientemente se ha aprobado en la UE y en EEUU la primera insulina inhalada humana (INH), de acción rápida administrada por un inhalador de polvo seco. Y los ensayos clínicos han demostrado la eficacia y la seguridad de la insulina inhalada respecto a la función pulmonar, según la SEPAR.
La Dra. Ruiz Cobos, neumóloga del Hospital Nuestra Señora del Prado y miembro de SEPAR, en un artículo publicado en la revista española de Endocrinología, confirma que «los ensayos clínicos han demostrado la eficacia de la insulina inhalada y un aceptable perfil de seguridad respecto a la función pulmonar», uno de los aspectos más estudiados de esta nueva formulación. A pesar del perfil de seguridad pulmonar del fármaco, las recomendaciones de la Agencia Europea del Medicamento, tal y como indica la Dra. Ruiz Cobos, proponen que se realice una espirometría con el objetivo de valorar la función pulmonar basal en aquellos pacientes que comiencen el tratamiento con INH, así como para realizar su seguimiento.
Tras revisar los ensayos clínicos que han evaluado la toxicidad, los efectos adversos y el impacto de la insulina inhalada sobre la función pulmonar, esta neumóloga manifiesta que «los cambios encontrados en la función pulmonar en los pacientes tratados con esta sustancia son mínimos». En cuanto a los efectos adversos pulmonares de este tratamiento, la Dra. Ruiz Cobos constata que «sólo se detecta una tos leve y tolerable tras la inhalación de la insulina, así como un leve impacto en la función pulmonar».
Sin embargo, la insulina inhalada está contraindicada en fumadores o exfumadores que hayan dejado este hábito en un período inferior a seis meses y debe suspenderse el tratamiento en los pacientes que recaen en el hábito tabáquico durante la terapia; advierte la neumóloga, ya que el tabaquismo modifica la velocidad de absorción de la INH, lo que conlleva un aumento del riesgo de hipoglucemias. Asimismo, la Dra. Ruiz Cobos comenta que no se recomienda la administración de la INH (insulina inhalada humana) en pacientes con enfermedades respiratorias subyacentes, como asma o EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica) o enfermedades pulmonares mal controladas, debido a que hasta ahora no se disponen de datos acerca de la eficacia del tratamiento en esta categoría de enfermos. Tampoco hay datos de INH en pacientes con neumonía.
La vía de administración inhalada ofrece una serie de ventajas respecto a la vía subcutánea como son: una amplia superficie de absorción, una elevada permeabilidad y una extensa red vascular que permite el paso rápido de insulina desde el alvéolo a la circulación sistémica. Por otro lado, la formulación en polvo seco ofrece a mayor estabilidad a la molécula, facilita su almacenamiento, permite que cada inhalación contenga una gran cantidad de sustancia y que el crecimiento microbiano sea bajo.
Otro aspecto relevante relativo a la INH es el aumento en el grado de satisfacción de los pacientes con este tratamiento debido a la facilidad de utilización de la INH y su papel integrador del paciente en la sociedad. Muchos son los ensayos clínicos que demuestran que un número importante de pacientes prefiere la inhalación a la inyección subcutánea de insulina.
La nueva INH de acción rápida ofrece una alternativa no invasiva a las múltiples inyecciones diarias. En diversos estudios, los pacientes han mostrado su aceptación hacia este tipo de tratamiento, y por este motivo el facilitar la instauración de la INH, propiciará un mejor control de las glucemias y disminuirá el riesgo de complicaciones relacionadas con la diabetes mellitus a largo plazo.
Recientemente se ha aprobado en la Unión Europea y en Estados Unidos la primera insulina inhalada humana (INH), conocida como Exubera, para pacientes adultos con diabetes mellitus de tipo 1 y tipo 2. Ésta es una insulina de acción rápida administrada por un inhalador de polvo seco.
Desde su descubrimiento en 1922, la insulina es el tratamiento más efectivo para el control de la glucemia en pacientes con diabetes mellitus. El miedo a las agujas y a las complicaciones derivadas de múltiples inyecciones diarias son las principales causas del retraso durante años del tratamiento con insulina. Éste motivo hace previsible el éxito de la formulación de esta insulina que no precisa la vía subcutánea. La vía pulmonar había sido una de las más estudiadas desde la introducción de la insulina como tratamiento de la diabetes mellitus y esta novedosa alternativa a la vía tradicional de administración de la insulina anuncia un cambio importante en el tratamiento de esta enfermedad.
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