Simposio sobre cáncer: las mamografías salvan vidas

Mientras expertos de todo el mundo discuten la eficacia de la mamográfía a raíz de los últimos estudios, en Madrid se han reunido diferentes especialistas nacionales, norteamericanos y polacos para confirmar su eficacia y hablar del futuro del tratamiento de esta enfermedad.

Durante el reciente VI Simposio sobre revisiones en cáncer , los especialistas nacionales reunidos coincidieron en opinar que el diagnóstico precoz de cáncer de mama constituye el principal modo de detectar un tumor a tiempo, pues consigue aumentar hasta un 90 por ciento el porcentaje de éxito en el tratamiento, un dato importante pues en España se diagnostican cada año 18.000 nuevos casos.

El doctor Vicente Guillem defiende la mamografía como elemento indispensable en la lucha contra el cáncer de mama: «esta prueba continúa siendo fundamental en el diagnóstico precoz y, por tanto, en su curación». A pesar de las conclusiones de los estudios randomizados que últimamente han puesto en duda su valor, este Jefe de Servicio del Instituto Valenciano de Oncología sostiene que «la mamografía disminuye la mortalidad por cáncer de mama en aproximadamente el 25 por ciento» y añade que «ningún tratamiento, excepto la cirugía, consigue beneficios tan importantes».

La combinación de detección precoz y terapia adyuvante es el modo más eficaz para combatir el cáncer de mama y prolongar la vida de la paciente, defiende el doctor Guillem: «la mortalidad está disminuyendo en nuestro país en los últimos años, sin duda debido a un diagnóstico más temprano y al uso precoz de tratamientos sistémicos con quimioterapia y hormonoterapia». Según sus cálculos, hoy la posibilidad de supervivencia a los cinco años «supera el 75 por ciento».

Futuro esperanzador

Las nuevas líneas de investigación han abierto prometedores campos en el tratamiento del cáncer de mama. Como se presentó en el Simposio, los avances en biología molecular serán decisivos para el desarrollo de nuevos fármacos antineoplásicos. Con ellos, se espera que en un plazo de cinco o seis años se pueda predecir el comportamiento genético del tumor en cada paciente y sea posible diseñar un tratamiento personalizado según los análisis moleculares de dicho tumor.

«Las perspectivas que la biología molecular y genética están abriendo son muy importantes y, sin duda, muchos de los fármacos que actualmente están en investigación clínica tendrán un papel fundamental en el tratamiento del cáncer de mama en los próximos años», concluye el doctor Guillem.