Síndrome de la clase turista

29Jul. 04

Aunque sus consecuencias pueden ser graves, el síndrome de la clase turista que se produce por la deficiente circulación sanguínea debido a la poca movilidad del pasajero de vuelos largos, puede prevenirse fácilmente. Para ello, te damos algunas sencillas recomendaciones.

El avión es uno de los medios de transporte más utilizados para viajar al extranjero, pero en ocasiones puede tener efectos muy perjudiciales para la salud.

Este es el caso del síndrome de la clase turista, que consiste en la falta de riego sanguíneo debido a la inmovilidad prolongada durante los vuelos de larga duración. Al estar el viajero sentado y sin posibilidad de mover las piernas por la escasez de espacio entre asientos, puede llegar a formarse un coágulo, normalmente en las venas de las piernas, que se traslada a los pulmones o el corazón, pudiendo provocar la muerte.

Además de la falta de movilidad, también influye en la aparición de esta patología un bajo nivel de oxigeno en el avión, el consumo de tabaco o alcohol durante el viaje o la deshidratación.

El riesgo de sufrir el síndrome de la clase turista aumenta con la edad, el consumo de tabaco, la obesidad, el sedentarismo y en aquellas personas que tienen insuficiencia venosa crónica o varices o las que han sufrido anteriormente intervenciones quirúrgicas, trastornos vasculares o trombosis, así como las mujeres que están tomando la píldora anticonceptiva (porque afecta a la coagulación de la sangre).

Recomendaciones

Para evitar la aparición de esta patología es conveniente seguir los siguientes consejos:

– Levantarse del asiento y caminar por los pasillos del avión cada hora.

– Hacer ejercicios durante el vuelo para estirar y flexionar los pies y las piernas, mover los dedos, girar los tobillos, etc.

– No situar el equipaje junto a los pies para no reducir aun más el espacio.

– Evitar dormirse en una posición muy forzada que pueda obstaculizar la circulación sanguínea.

– No usar calcetines o medias que compriman las piernas.

– Ingerir bastantes líquidos, pero no bebidas alcohólicas, ya que dilatan los vasos sanguíneos.

– En el caso de las personas que tengan antecedentes de problemas vasculares o trombosis el médico puede recetarles la toma de anticoagulantes o aspirina antes del viaje.

Estas medidas preventivas no se limitan a los pasajeros de los vuelos económicos, ya que (a pesar de su nombre) este síndrome también pueden sufrirlo los viajeros de primera clase si no se levantan de vez en cuando e incluso puede afectar a la propia tripulación del avión.

Síntomas de alerta

La trombosis venosa puede empezar a manifestarse con dolor en las piernas, hinchazón, inflamación de las venas o cambio del color de la piel y hay que tener en cuenta que estos síntomas pueden aparecer durante el vuelo, al llegar al destino o incluso unos días después. La gravedad es variable en función del tamaño del coágulo.