19Jun. 08
Richard Smith, jefe ejecutivo de BMJ Publishing Group, denunció que mayoría de los estudios publicados no cumplen los requisitos debido a que no aportan contenidos nuevos al ámbito sanitario. Y además, quiso resaltar que los profesionales sanitarios están más sesgados por artículos científicos que tienen una repercusión positiva sobre la sanidad y la salud que por aquellos que influyen de forma negativa.
Sólo el cinco por ciento o probablemente menos del total de estudios médicos publicados en revistas científicas incluyen contenidos relevantes para los profesionales sanitarios y el público en general y han sido realizados con métodos rigurosos a pesar de que ambos requisitos son fundamentales en cualquier artículo de estas características. Así lo señaló Richard Smith, jefe ejecutivo de BMJ Publishing Group en el marco del Curso Magistral Getting the best from medical journals: reading writing peer reviewing editing and campaigning que se imparte estos días en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), en Santander.
Según precisó Smith «la mayoría de los estudios publicados no cumplen los requisitos debido a que no aportan contenidos nuevos al ámbito sanitario». Además, señaló que el mecanismo de las revistas científicas de revisión ´por pares´ -cada artículo es revisado «como mínimo» por dos científicos- no es «garantía suficiente» para evitar que se produzcan problemas.
Al respecto Smith advirtió que los resultados publicados en revistas pueden causar «graves perjuicios» en la práctica clínica habitual y en la salud pública. Se refirió así, por ejemplo, a un artículo en el que se aseguraba que la vacuna triple vírica contra el sarampión, paperas y rubéola podía producir autismo en los niños aunque finalmente se comprobó que ello no era cierto.
Igualmente puso de manifiesto otro artículo publicado y en el que se aseguraba que un nuevo tratamiento para combatir la artritis era más efectivo que el habitual. Con el tiempo se descubrió, sin embargo, que el nuevo tratamiento entrañaba más riesgos a la hora de contraer enfermedades cardiacas y coronarias.
Escepticismo
Smith, que ha sido jefe editor de BMJ Publishing Group (entre las cinco revistas científicas sobre medicina general más importantes del mundo) -según dijo- apeló a la importancia del público en general y de los periodistas en particular de ser «siempre escépticos y críticos» con aquello que se publica en revistas científicas al igual que en su opinión se debe hacer con la información que aparece en la prensa o en la televisión.
Por otro lado, apuntó que los profesionales sanitarios están «más sesgados» por artículos científicos que tienen una repercusión positiva sobre la sanidad y la salud que por aquellos que influyen de forma negativa. En este sentido explicó que los ensayos clínicos que por ejemplo evalúan un nuevo tratamiento y que obtienen un resultado positivo se publican en las revistas «de mayor impacto». Frente a ello, estudios sobre tratamientos que son menos efectivos o incluso pueden acarrear problemas al suministrase no suelen publicarse y si se hace aparecen en revistas de menor impacto social.
Sobre esto Smith puso como ejemplo un artículo de revisión publicado en una revista científica sobre la efectividad de los antidepresivos. Cuando la revisión se hace solamente con los ensayos clínicos publicados el resultado es que los antidepresivos son «muy efectivos» a la hora de mejorar los síntomas de la depresión. Sin embargo, cuando se analizan conjuntamente los resultados de los estudios publicados y los ensayos clínicos no publicados se comprueba que los antidepresivos «no son más efectivos que un placebo» para mejorar los síntomas de esta enfermedad.
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