Terapias a la carta: El futuro del tratamiento de la hepatitis C

En la actualidad, es posible reducir a la mitad la duración del tratamiento de la hepatitis C con la terapia combinada de peginterferón alfa-2b y ribavirina en pacientes con genotipo 1 y baja carga viral, que han obtenido una respuesta virológica rápida en la cuarta semana de tratamiento.

Más de 500 expertos en Hepatología se reunieron recientemente en Barcelona con motivo del VIII Encuentro Internacional de Hepatitis Virales, con el fin de actualizar las novedades en el tratamiento de la hepatitis B y C. En su opinión, la inmigración es una de las causas del aumento del número de personas infectadas tanto por el virus de la hepatitis C como de la hepatitis B. En España hay 900.000 afectados de hepatitis C.

El Dr. Rafael Esteban Mur, jefe del Servicio de Hepatología del Hospital Vall d»Hebron de Barcelona, en referencia al problema de salud pública que representa la hepatitis C por las complicaciones que conlleva (cirrosis, cáncer de hígado, transplante hepático, etc.) manifestó que «es necesario establecer nuevas estrategias de tratamiento de la hepatitis C en las que se utilice la terapia más eficaz y a la carta, lo que aporta la optimización de los recursos a los profesionales sanitarios y un mayor beneficio terapéutico a los pacientes, así como una mejor calidad de vida».

Una de las novedades más importantes que se presentó en este encuentro fue la próxima llegada de los inhibidores de la proteasa como un nuevo horizonte en el manejo de la hepatitis C. Según el doctor Esteban Mur, «estas nuevas terapias podrían potenciar la seguridad, eficacia y tolerabilidad de los tratamientos contra el virus C, en un momento en el que se hace necesario desarrollar nuevos fármacos capaces de no generar resistencias y en el que se hace imprescindible abrir nuevas vías de tratamiento para atender al cada vez mayor número de pacientes no respondedores a la terapia habitual».

Así, los resultados preliminares de los ensayos clínicos Fase II realizados con los inhibidores de la proteasa ponen de manifiesto, según este experto, «un futuro esperanzador del tratamiento de la hepatitis C, en el sentido de que podremos tratar con más eficacia a más pacientes de los que se tratan en la actualidad debido a su mejor perfil de seguridad».

«Además, es de destacar la alta eficacia que el inhibidor de la proteasa en Fase II SCH 503034 ha demostrado en pacientes no respondedores a la terapia combinada estándar», añadió.

Se estima que el 40 por ciento de los pacientes con hepatitis C no responden al tratamiento inicial. Se trata de pacientes, en términos generales, infectados por el genotipo 1 del virus de la hepatitis C, el más común en Europa y Norteamérica, con el 70 por ciento de las infecciones registradas.

Terapia a la carta

Mientras llegan los nuevos tratamientos para la hepatitis C, la comodidad del paciente y la búsqueda de la máxima respuesta viral hasta la negativización completa del virus C constituyen un reto para los investigadores y clínicos. El doctor Esteban Mur, explicó que «estudios realizados recientemente han puesto de manifiesto la posibilidad de reducir a la mitad la duración del tratamiento de la hepatitis C con la terapia combinada y adaptada al peso de cada paciente de peginterferón alfa-2b y ribavirina en pacientes con genotipo 1 y baja carga viral, que han obtenido una respuesta virológica rápida en la cuarta semana de tratamiento». De esta forma, la reducción de la duración de la terapia a 24 semanas permite un tratamiento mucho más atractivo para los pacientes, ya que, en palabras de Esteban Mur, «les ofrecemos la misma eficacia y muchos menos inconvenientes».

Por otra parte, en estos estudios también se ha comprobado que cuando se alcanza la negativización precoz de la viremia tras cuatro semanas de tratamiento, se puede no sólo predecir el resultado final del mismo, sino además identificar qué pacientes tienen la posibilidad de obtener la curación con tratamientos más cortos. «Esta característica permite optimizar e individualizar el tratamiento, ajustándolo a las necesidades de cada paciente, tanto en la duración como en las dosis», concluyó el doctor Esteban Mur.