Tratamiento y prevención del contagio del herpes genital

El herpes genital es una enfermedad de transmisión sexual viral, que se caracteriza por episodios repetidos que, en general, se desarrollan con una erupción de vesículas y pequeñas ampollas, generalmente dolorosas, sobre los genitales y/o áreas próximas. Está provocado en su mayoría por el virus del herpes simple tipo 2, mientras que el virus herpes simple tipo 1 es el causante de la mayoría de los casos de herpes labial. No obstante, cada vez se encuentran más pacientes con herpes genital ocasionado por infección del virus simple tipo 1.

Para confirmar su diagnóstico, el Foro Internacional de Herpes Genital recomienda, además de la exploración visual, la realización de pruebas de laboratorio, como cultivos virales y análisis de sangre. No obstante, según el Estudio INSIGHTS, llevado a cabo por el Foro Internacional para el Tratamiento del Herpes, la Alianza Internacional para el Herpes y Novartis Farmacéutica, mediante dos encuestas realizadas a 2.075 pacientes y 622 expertos de más de 90 países, estas pruebas diagnósticas se realizan sólo en el 58 por ciento de los pacientes. «Ésta es una de las razones de que la mitad de personas con herpes genital carezca de diagnóstico, debido, entre otros factores, a la falta de sensibilización, tanto de los pacientes como de los profesionales sanitarios, en relación a esta patología», explica el doctor José Antonio Varela, de la Unidad de Infecciones de Transmisión Sexual y SIDA del Servicio de Salud del Principado de Asturias.

Los expertos recomiendan que las personas que sufren un primer episodio o una recurrencia de herpes genital reciban tratamiento antiviral oral para interrumpir la manifestación de la enfermedad. Es la denominada terapia episódica.

Existe otra pauta de tratamiento, el tratamiento supresor, que consigue, no sólo interrumpir el brote, sino también prevenir la aparición de nuevos episodios, reduciendo el número y la severidad de los mismos. Según el doctor Varela, «el uso de un tratamiento antiherpético diario o tratamiento de supresión debe utilizarse en el inicio de un brote de la enfermedad para disminuir la aparición de las lesiones características del herpes y también cuando no existen brotes ni lesiones para evitar o disminuir el riesgo de transmisión del virus a la pareja».

Información sobre las vías de contagio

«Otra parte importante del tratamiento de la enfermedad que influye directamente en la calidad de vida de los pacientes es la información aportada por el médico, sobre todo acerca de las posibles vías de contagio del virus y cómo prevenirlas», explica el doctor Varela. «Con ello se consigue, incluso, que disminuya la ansiedad con la que el paciente se enfrenta a la patología».

Entre las medidas que un paciente con herpes genital debe adoptar para prevenir el contagio, el doctor Varela destaca el uso de preservativo desde el principio de cada relación sexual, exista o no un brote de la enfermedad. «No obstante», concluye este experto, «existen portadores asintomáticos del virus, por lo que deberíamos volver a hacer hincapié en el uso generalizado del preservativo».