Úlcera de Buruli

24Ene. 03

La ONG Anesvad ha lanzado una nueva campaña de sensibilización sobre la úlcera de Buruli con la que pretenden poner de manifiesto la escasez de ayuda que sufren los países afectados por esta enfermedad, como Costa de Marfil, Benin o Ghana. Ante esta situación, la organización advierte también que la solidaridad es cada vez más necesaria.

Anesvad ha iniciado una campaña de sensibilización con la que insertará hasta el día 26 de enero (Día Mundial de la Lepra) anuncios en prensa, radio y televisión para informar sobre la situación en la que se encuentran los afectados por la úlcera de Buruli, aunque «no se trata de que la persona que vea estas informaciones se sienta culpable, sino de que se conmueva respecto a este problema», apunta José Ignacio Castro, director del proyecto.

La idea que quiere transmitir el spot es que la colaboración de la sociedad española es imprescindible para poder continuar trabajando contra la úlcera de Buruli. «Durante 35 años y gracias a nuestros socios y colaboradores hemos podido llevar a cabo más de 2.000 proyectos sanitarios, educativos y sociales en 28 países de Asia, América Latina y África. Y esa labor no puede detenerse ahora», explica José Luis Gamarra, presidente de Anesvad.

Qué es la úlcera de Buruli

La úlcera de Buruli es una enfermedad de la que aún se desconoce tanto el origen como el modo de transmisión. Esta enfermedad debe su nombre a la región de Uganda donde en 1958 se observaron numerosos casos de esta enfermedad bacteriana (es de la misma familia que la lepra y la tuberculosis). El 70 por ciento de los afectados son niños menores de 15 años y su primera manifestación es un pequeño grano que puede ser extirpado con relativa facilidad.

Si no se actúa rápido, este pequeño grano evoluciona hasta transformarse en pocos días en una úlcera que va devorando la piel y los tejidos. Si no se ataja quirúrgicamente (con la extirpación de los tejidos afectados y trasplantes de piel) la enfermedad avanza provocando lesiones graves que pueden obligar a amputar el miembro afectado. Vemos por tanto, que la enfermedad pasa por cuatro fases diferentes: la primera es la aparición de un grano o nódulo semejante al producido por la picadura de un mosquito, en este momento bastaría un médico y un bisturí para extirparlo y eliminar la enfermedad. La segunda fase llega varias semanas después cuando el grano se ha transformado en una úlcera que va devorando la piel a su paso. En la tercera fase la úlcera ha avanzado más, destruyendo los tejidos hasta llegar al hueso y dejarlo al descubierto, en esta fase ya sería necesaria la cirugía e implantes de piel. Por último, la úlcera acaba afectando a los huesos y la única solución para evitar que se extienda es amputar el miembro afectado.

Hasta el momento el tratamiento quirúrgico es el único eficaz, pero por desgracia es extremadamente costoso y requiere unas infraestructuras hospitalarias que los países afectados no tienen. La expansión de la úlcera de Buruli es alarmante, los 12 casos registrados en Costa de Marfil durante 1984 se convirtieron en 5.000 en 1995, 10.000 en 1999 y son más de 15.000 actualmente. En otros países afectados como Benin o Ghana la enfermedad sigue un curso similar. Además, la precariedad de medios que sufren los centros médicos de estos países es un handicap difícil de salvar.

Con el fin de encontrar nuevos tratamientos para la úlcera de Buruli, Anesvad está realizando un proyecto de investigación sobre la eficacia de la heparina en el tratamiento, ya que consigue normalizar el flujo sanguíneo. Por el momento se han conseguido resultados positivos en 25 pacientes y se espera ampliar la investigación a otros 200 afectados. Si se confirman los resultados positivos del tratamiento con heparina, se podrá ofrecer a los afectados una alternativa al tratamiento quirúrgico, tal y como señala el director de esta campaña, José Ignacio Castro.

La ONG Anesvad afronta desde hace cuatro años la lucha contra la úlcera de Buruli como un reto, como ya hizo en su día con la lepra. Centran su trabajo contra esta enfermedad en la detección precoz; la sensibilización sobre la necesidad de tratar la enfermedad a tiempo; la construcción, adecuación y equipamiento de centros médicos y la búsqueda de un tratamiento efectivo alternativo a la cirugía.

Si deseas tener más información:

www.anesvad.org/buruli