15Nov. 01
Un equipo de la Universidad de Alabama ha seguido a 183 mujeres con historial de parto pretérmino, midiendo su cérvix entre las 16 y las 18 semanas. En su trabajo concluye que tener en ese momento un tamaño menor de 25 mm triplica el riesgo de parto prematuro.
Investigadores norteamericanos han evaluado la eficacia de un método para predecir las posibilidades de parto prematuro de una embarazada a partir de la observación de que las mujeres con un cérvix – cuello de la matriz- más corto tenían más posibilidad de adelantarse en el parto.
«Aunque una reducida longitud cervical se ha asociado consistentemente con parto prematuro espontáneo, aún no conocíamos en qué momento de la gestación este factor de riesgo es observable», explican sus autores.
Tras hacer un seguimiento a 183 mujeres, midiendo su cérvix entre las 16 y las 18 semanas y seis días, los investigadores de la Universidad de Alabama han concluido que aquellas mujeres con una longitud menor a 25 mm (su longitud normal es de 38 mm) en ese momento de la gestación tienen mayor riesgo de sufrir un parto prematuro.
Para medir el cérvix utilizaron ultrasonidos, con los que también registraron otros fenómenos como estrechamiento. De las 183 mujeres con historial de parto prematuro, un diez por ciento volvió a padecer esta circunstancia y dieron a luz antes de las 37 semanas. El estudio concluyó que aquellas con una longitud de cérvix menor de 25 mm, tenían un riesgo 3,3 veces mayor.
Además, en las mujeres a las que se le encuentra un mayor riesgo en ese momento, una segunda evaluación después de las 23 semanas y 6 días «mejora la predicción» según este equipo.
El resumen del artículo en JAMA (Vol. 286 No. 11, 2001)
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