Un nuevo sistema de administración de fármacos previene los vasoespasmos después de hemorragia subaracnoidea

Investigadores japoneses han logrado introducir implantes minúsculos mediante cirugía que administran el fármaco de forma mucho más escalonada, consiguiendo reducir significativamente el riesgo de vasoespasmo.

Un estudio de la Tokyo Women´s Medical University publicado en la revista Stroke de la American Heart Association (AHA) ha mostrado que implantar minúsculas cápsulas que liberan bloqueantes del calcio en los vasos cerebrales previene el vasoespasmo, una complicación que suele ocurrir después de la cirugía tras una hemorragia cerebral.

La complicación más frecuente después de una hemorragia subaracnoidea (HSA) es el vasoespasmo, una contracción prolongada de la pared arterial. Según el doctor Hidetoshi Kasuya, director del estudio, esta complicación «es la primera causa de muerte y discapacidad ya que puede reducir el flujo sanguíneo lo suficiente como para destruir tejido cerebral». Para prevenirla, se experimentó con la administración del fármaco en la misma arteria donde el vasoespasmo ocurre con más frecuencia.

Cómo actúa

Este nuevo sistema de administración de medicamento, implantado durante la cirugía, utiliza un bloqueador del calcio que dilata las arterias. El estudio contó con 20 pacientes que habían sufrido HSA. A ellos se les implantó mediante cirugía de dos a diez cápsulas de nicardipino, un bloqueante del calcio utilizado para el tratamiento de la hipertensión. Estas cápsulas fueron colocadas junto a los vasos y adyacentes a los coágulos identificados durante la cirugía. Como el efecto del fármaco es localizado, se registraron otras arterias cerebrales distantes de los mismos pacientes como control.

Durante los tres primeros días, el sistema administró un siete por ciento del nicardipino mientras que durante los tres siguientes días se administró el 46 por ciento y un nueve por ciento desde el sexto al noveno día. El riesgo de vasoespasmo es poco significativo antes del cuarto día después de la hemorragia y llega a su punto más alto alrededor del octavo día mientras que desciende sustancialmente dos semanas después de la HSA.

En el estudio de Tokyo, se examinaron las arterias mediante angiografía durante los días 7 y doce, comprobando que las adyacentes a las cápsulas implantadas permanecían libres de vasoespasmo. Mientras que ocho de los 20 pacientes sufrieron vasoespasmo en arterias distanciadas a donde se había administrado el fármaco. La contracción fue leve en seis pacientes, moderada en uno y sólo en un paciente fue lo suficientemente severa como para causar invalidez. Unas cifras, según el equipo de Hidetoshi Kasuya, por debajo de las cifras normales de los pacientes de HSA.

Resultado esperanzador

Según el doctor Kasuya, «este sistema de administración es el logro más prometedor en la prevención del vasoespasmo», mientras añade que el próximo paso es desarrollar un fármaco más acorde con su nuevo sistema.

El actual tratamiento para su prevención es de difícil administración y/o tiene un gran riesgo de complicación.

«Nuestros resultados sugieren que nicardipino puede prevenir el vasoespasmo completamente si se mantienen concentraciones adecuadas alrededor de las arterias usando este nuevo sistema de administración», concluye el doctor Kasuya.