Un nuevo stent recubierto con sirolimus evita la restenosis

Hasta un 35 por ciento de los pacientes sometidos a angioplastia con un stent convencional sufre restenosis. Los resultados de estudios europeos y estadounidenses confirman la eficacia y seguridad de esta primera terapia antiproliferativa consistente en el empleo de un stent recubierto de sirolimus, que consigue evitar este problema.

A pesar de los avances en cardiología intervensionista, continúa existiendo un punto débil: la restenosis, es decir, la posibilidad de que la arteria coronaria previamente dilatada vuelva a estrecharse. Este proceso lo padece hasta un 35 por ciento de los pacientes sometidos a angioplastia con un stent convencional y requiere que el afectado tenga que ser reintervenido.

Durante la celebración en París de un curso de revascularización a nivel europeo, los expertos han presentado los últimos resultados de este nuevo stent intracoronario recubierto por el antibiótico sirolimus y que permite superar el inconveniente de la restenosis. Esta nueva terapia intervencionista se encuentra ya disponible en nuestro país desde el pasado mes de abril.

Son varios los ensayos clínicos que avalan la eficacia y seguridad de este nuevo stent. El primero realizado a gran escala en Europa es el estudio RAVEL, en el que han participado 238 pacientes con lesiones que no habían sido tratadas previamente y cuyos resultados a un año mostraron ausencia de restenosis. A diferencia de los que fueron tratados con el nuevo stent, en el 42 por ciento de pacientes a los que se implantó un stent convencional sí hubo restenosis.

El otro estudio de más importancia es el SIRIUS, que ha contado con la participación de 1.100 pacientes de Estados Unidos. Los resultados preliminares de los 400 primeros pacientes analizados arrojan un balance de reducción de la restenosis del 94 por ciento. Uno de los principales objetivos de este estudio a gran escala ha sido evaluar la eficacia y seguridad del stent recubierto de sirolimus en un amplio espectro de pacientes, con un perfil más complejo y variado que el analizado en investigaciones previas, según ha explicado el doctor Jeffrey Moses, del Servicio de Cardiología Intervencionista del Hospital Lenox Hill (Nueva York).

Así, en este estudio se incluyen pacientes más complejos: un 28 por ciento presentaba diabetes, el 71 por ciento tenía niveles elevados de colesterol, el 69 por ciento era hipertenso, el 41 por ciento tenía lesión en múltiples vasos y el 37 por ciento eran pacientes que se habían sometido previamente a intervenciones coronarias o cirugía de bypass. Este estudio, «está poniendo a prueba los potenciales beneficios de esta revolucionaria intervención con la inclusión de pacientes cuyo manejo con stent supone un auténtico reto para los cardiólogos y con los que se han obtenido resultados excelentes», declara el doctor Moses.

En el seguimiento clínico del estudio realizado a los nueve meses se registró una reducción del 72 por ciento en la tasa de revascularización de la lesión (TLR) entre los pacientes con el stent recubierto de sirolimus, esta cifra es destacable dado el elevado número y complejidad de los pacientes estudiados.