Un nuevo tratamiento aumenta en un 30% la supervivencia en cáncer de páncreas

Han tenido que pasar casi 20 años para conseguir una mejora significativa en el tratamiento del cáncer de páncreas, un tumor con muy mal pronóstico para el que apenas se han logrado avances relevantes en los últimos tiempos.

Afortunadamente, los datos del estudio MPACT, (Metastatic Pancreatic Adenocarcinoma Clinical Trial) presentados en Madrid, demuestran que añadir un nuevo medicamento al tratamiento estándar logra aumentar la supervivencia de las personas con cáncer pancreático avanzado en un 30 por ciento.

“Se trata del estudio más importante en cáncer de páncreas desarrollado en los últimos 20 años y el primero que pone verdaderamente en manos de los médicos un fármaco que tiene un impacto real y muy conclusivo en la supervivencia de los pacientes. Es un estudio importantísimo”, asegura el doctor Manuel Hidalgo, director del Centro Integral Oncológico Clara Campal (CIOCC), de HM Hospitales, en Madrid, y unos de los investigadores que ha participado en el desarrollo de dicho trabajo.

El MPACT es un ensayo clínico fase III, aleatorizado en pacientes con cáncer de páncreas avanzado con el objetivo principal de incrementar la supervivencia global. “El objetivo era demostrar que el tratamiento nuevo con nab-paclitaxel y gemcitabina mejora la supervivencia frente a la gemcitabina sola, que era el tratamiento clásico que utilizábamos. El estudio evidencia que el riesgo de muerte disminuye un 30% en aquellos pacientes que reciben el tratamiento experimental frente a los que reciben el tratamiento convencional, lo que supone un incremento de gran magnitud”, continúa el doctor Hidalgo.

“El logro de mejorar la supervivencia global es muy importante y, además de cambiar el estándar actual de tratamiento para estos pacientes, abre las puertas de la investigación en cáncer de páncreas, tanto para conocer mejor la biología de este tipo de cáncer como para el diseño de estudios en otras fases de la enfermedad, así como para el análisis de biomarcadores que nos ayuden a seleccionar mejor a los pacientes, y para el diseño y evaluación de nuevas moléculas y de combinaciones de fármacos que nos lleven a vencer esta grave enfermedad”, añade la doctora Carmen Guillén, de la Unidad de Cáncer Familiar del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid.

Desarrollado entre mayo de 2009 y abril de 2012, se incluyeron en el estudio 861 pacientes, procedentes de 161 centros hospitalarios diferentes, 8 de ellos españoles (Centro Integral Oncológico Clara Campal (CIOCC) y los hospitales 12 de octubre, Ramón y Cajal y Clínico San Carlos de Madrid; el Valle de Hebrón y el Clínic de Barcelona; el Virgen del Rocío de Sevilla y el Reina Sofía de Córdoba).

“La participación de investigadores y centros españoles en un estudio internacional tan importante como éste demuestra nuestra capacidad para situarnos en un primer nivel en investigación para trabajar en el desarrollo de nuevos fármacos para la lucha contra el cáncer”, destaca la doctora Guillén.

Otra prueba de la importancia de estos resultados es la reciente publicación de los datos en la edición online de la prestigiosa revista médica The New England Journal of Medicine. “La publicación del ensayo MPACT en la revista NEJM demuestra que se trata de un estudio diseñado y realizado con una rigurosidad metodológica excelente y que los resultados de la investigación tienen enorme relevancia para el tratamiento de los pacientes con cáncer de páncreas avanzado”, explica la doctora Guillén.

Sobre el cáncer de páncreas

El cáncer de páncreas es el décimo tumor en cuanto a prevalencia pero representa la cuarta causa de muerte asociada a cáncer tanto en Europa como en Estados Unidos. En España se diagnostican unos 5.000 casos al año de cáncer de páncreas, de los que 4.900 terminan en fallecimiento.

Además, más de la mitad de los pacientes con cáncer de páncreas son diagnosticados cuando la enfermedad ya se ha extendido. “La mayoría de los diagnósticos se hacen ya en fases avanzadas, en estado metastásico de la enfermedad, por lo que la esperanza de vida media cuando se produce el diagnóstico es de apenas 5 meses”, concluye el doctor Fernando Rivera, del Servicio de Oncología del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander.