Una elección correcta y precoz del tratamiento es determinante en el abordaje de las infecciones fúngicas

A la hora de abordar una infección fúngica, la prontitud y correcta elección del tratamiento empírico son determinantes. Por ello, en un contexto económico como el actual es necesario mantener, permanentemente, un criterio profesional orientado al paciente y a la obtención de los mejores resultados posibles para el mismo.

“El paciente hematológico, por su condición de persona inmunodeprimida, está predispuesto a padecer y desarrollar procesos infecciosos prácticamente en cualquier parte de su organismo. De entre las posibles infecciones, en los últimos años y por diversas razones, las Infecciones Fúngicas Invasoras (IFI) han ido en claro aumento”, explica el Dr. Antonio Fernández Jurado, ex Jefe de Servicio y ex Director de la UGC de Hematología del Hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva.

La mortalidad por IFI también se ha incrementado debido, sobre todo, a las enfermedades asociadas y al retraso en el inicio del tratamiento antifúngico. Según estudios recientes, la mortalidad causada por la mayoría de Candidas es del 30% y por Aspergillus del 50%. “Estas circunstancias, unidas a su inespecificidad clínica, las dificultades diagnósticas y hasta hace poco tiempo, las limitaciones en el arsenal terapéutico disponible, han generado altas tasas de morbilidad y mortalidad en estos pacientes”, comenta el Dr. Fernández Jurado.

“En este sentido, -añade- se está haciendo un permanente esfuerzo por mejorar las expectativas en el abordaje de las IFI”. De hecho, un retraso en el tratamiento mientras se intenta alcanzar el diagnóstico, puede conducir a un aumento de la morbilidad y la mortalidad .

Según el experto, “a lo largo de los últimos años hemos asistido a la incorporación de nuevos antifúngicos, entre ellos las equinocandinas, un tipo de tratamiento más activo, con buena tolerancia, mecanismos de acción novedosos, y por tanto, que ofrece sinergias útiles y efectivas. De hecho, resulta muy útil frente a la mayoría de Candidas, como terapia de rescate en Aspergillus, así como en pacientes neutropénicos febriles”.

Elección del tratamiento

“A la hora de abordar una infección fúngica, la prontitud y correcta elección del tratamiento empírico son determinantes. Por ello, en un contexto económico como el actual es necesario mantener, permanentemente, un criterio profesional orientado al paciente y a la obtención de los mejores resultados posibles para el mismo”, afirma el Dr. Fernández Jurado. “Así, -continúa- existe una serie de conceptos que es imprescindible mantener e incluso, potenciar, si queremos proteger la salud de los pacientes y que no se pierda la calidad asistencial”.

“Estos criterios se basan, fundamentalmente, en seguir la Ficha Técnica del medicamento, la evidencia científica y la experiencia profesional del especialista, complementada por su inquietud formativa. Las decisiones de los profesionales sanitarios no pueden estar condicionadas por el bajo coste, pues irá en detrimento de dicha calidad asistencial”, recuerda el doctor.

Así, la Ficha Técnica no sólo representa un documento legal donde se exponen las características del medicamento, sino que sintetiza la información científica esencial que deben conocer los profesionales sanitarios para proteger la salud de los pacientes. De hecho, además de ofrecer los datos suficientes sobre la identificación del medicamento y su titular, expone las indicaciones terapéuticas para las que dicho medicamento ha sido autorizado, de acuerdo con los estudios que avalan su autorización.

En palabras del Dr. Fernández Jurado, “se trata de un elemento clave a la hora de tomar la decisión de prescribir un medicamento respecto a otros semejantes con indicaciones similares. De esta forma, no caemos en el error de hacer uso de fármacos más baratos que, si bien son de la misma clase, no tienen la misma indicación”.

«En estos tiempos críticos, -concluye el doctor- donde la eficiencia se impone como una necesidad perentoria, debo decir que no hay mejor manera de combatir el déficit y ser eficientes, en el ámbito sanitario, que ejercer con el máximo rigor clínico, lo que significa hacer un constante ejercicio ético, ofertando al paciente en cada circunstancia aquello que mas beneficio pueda producirle frente a su patología».

Sanciones de Autocontrol

También hay que tener en cuenta que la información y la publicidad que se difunde acerca de cada fármaco debe seguir las indicaciones de su Ficha Técnica, ya que lo contrario, además de comportar un posible riesgo para la salud del paciente, es una práctica que puede ser sancionada por instituciones como el organismo independiente Autocontrol (Asociación para la Autorregulación de la Comunicación Comercial). Este organismo, a través del Código Español de Buenas Prácticas de Promoción de Medicamentos y de Interrelación de la Industria Farmacéutica, especifica que “todos los elementos de la publicidad de una medicamento deberán ser compatibles con la información contenida en la Ficha Técnica vigente y con las indicaciones aprobadas” . De hecho Autocontrol se ha pronunciado ya varias veces a este respecto, dictando sanciones a prácticas que promocionaban medicamentos fuera de Ficha Técnica.

Asimismo, la propia legislación española remarca la importancia de que la promoción de medicamentos sea conforme a la Ficha Técnica, dejando claro en la Ley 29/2006, de 26 de julio, de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios, que “la información y promoción dirigida a los profesionales sanitarios (…) deberá estar de acuerdo con la información técnica y científica autorizada por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) y deberá ser rigurosa, bien fundada y objetiva y no inducir a error, de acuerdo con la legislación vigente, y ajustarse a la Ficha Técnica.