Una nueva técnica permite consolidar los huesos en las lesiones de cadera sin pasar dos veces por el quirófano

El Hospital General Universitario de Alicante aplica una técnica pionera en España que permite consolidar los huesos en las lesiones de cadera sin pasar dos veces por el quirófano. La clave es que se trata de un dispositivo externo, por lo que no requiere una segunda intervención quirúrgica para retirarlo.

El centro hospitalario ha realizado 35 operaciones a niños de entre tres y 15 años utilizando el nuevo sistema. Su Servicio de Traumatología y Ortopedia Infantil es el primero de España que realiza este tipo de intervención en las lesiones de cadera. Este tipo de fracturas representan el 15 por ciento de las enfermedades tratadas en este servicio y son muy frecuentes entre la población infantil y adolescente.

Las lesiones de cadera ocasionadas por parálisis cerebral infantil, enfermedad de Perthes, una luxación o una epifisiolisis se han tratado tradicionalmente mediante la colocación de una placa con tornillos sobre el hueso con el fin de que se mantenga fijo. La intervención consistía en cortar el hueso y en unir sus dos extremos mediante esta placa, por lo que tanto la placa como los tornillos debían retirarse una vez consolidado el hueso en una segunda operación. Según responsables del Servicio de Traumatología Infantil de dicho hospital, a pesar de que el hueso se curaba entre seis y ocho semanas después, la segunda intervención no podía realizarse hasta pasados siete u ocho meses.

En el IV Congreso Nacional de Fijación Externa celebrado en Marbella se presentó el nuevo dispositivo, que será expuesto en el 2004 en el Congreso Mundial de Traumatología Infantil en Verona. Con esta técnica la osteosíntesis de cadera se realiza a través de un dispositivo externo denominado T-Penning. Con él se pueden fijar tornillos muy finos que sujetan los huesos. Cuando el hueso se ha consolidado se retira el aparato, y con ello se desenroscan los tornillos, por lo que se puede prescindir de la segunda intervención.

Con este procedimiento disminuyen los días de ingreso necesario y reduce las posibilidades de que el paciente sufra una infección. «El hecho de no realizar una nueva operación tiene muchas ventajas puesto que con ello el paciente evita tener que ser anestesiado, evita también el riesgo de infecciones al no implantar en su organismo la placa con los tornillos, así como la pérdida de sangre habitual en estas operaciones», indicaron fuentes del Hospital de Alicante.