Una nueva técnica revela bajo nivel de hierro cerebral en pacientes con TDAH

Este método permite medir los niveles de dopamina y sin necesidad de ningún agente de contraste y podría tener un papel en la determinación de qué pacientes se beneficiarían de los psicoestimulantes.

La resonancia magnética (RM) proporciona una forma no invasiva de medir los niveles de hierro en el cerebro de las personas con trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH), según un estudio que se presentará en la reunión anual de la Sociedad Norteamericana de Radiología (RSNA, en sus siglas en inglés). Los investigadores creen que este método podría ayudar a los médicos y padres a tomar decisiones mejor informadas acerca de la medicación.

El TDAH es un trastorno común en los niños y adolescentes que puede continuar en la edad adulta, cuyos síntomas incluyen hiperactividad y dificultad para mantener la concentración, prestar atención y controlar la conducta, y que, según estima la Asociación Americana de Psiquiatría, afecta a entre el 3 y el 7 por ciento de los niños en edad escolar. Los medicamentos psicoestimulantes están entre los fármacos de uso común para reducir los síntomas del TDAH y controlan los niveles de dopamina, un neurotransmisor en el cerebro asociado con la adicción.

«Los estudios muestran que los fármacos psicoestimulantes aumentan los niveles de dopamina y ayudan a los niños que sospechamos que tienen los niveles de dopamina más bajos», dijo Vitria Adisetiyo, investigadora postdoctoral en la Facultad de Medicina de la Universidad de Carolina del Sur en Charleston, Estados Unidos. «El hierro cerebral es necesario para la síntesis de dopamina, por lo que la evaluación de los niveles de hierro con RM puede proporcionar una medida no invasiva indirecta de la dopamina», añade.

La doctora Adisetiyo y sus colegas exploraron esta posibilidad midiendo el hierro cerebral en 22 niños y adolescentes con TDAH y 27 niños control sanos y adolescentes con una técnica de resonancia magnética llamada correlación de campo magnética (MFC, en sus siglas en inglés). La técnica es relativamente nueva, presentada en 2006 por los coautores del estudio y los profesores José A. Helpern y Jens H. Jensen.

Los resultados mostraron que de los 12 pacientes con TDAH que nunca habían tenido medicación presentaban MFC significativamente menor que los diez pacientes con TDAH que habían tomado medicación psicoestimulante o los 27 niños con un desarrollo normal en el grupo de control. Por el contrario, no se detectaron diferencias significativas entre los grupos utilizando velocidades de relajación o medidas de suero. Los niveles de hierro más bajos del cerebro en el grupo no medicado se normalizaron con la medicación psicoestimulante.

La capacidad de las imágenes MFC para detectar de forma no invasiva los niveles bajos de hierro puede ayudar a mejorar el diagnóstico de TDAH y guiar el tratamiento óptimo. «Este método nos permite explotar biomarcadores inherentes en el cuerpo e, indirectamente, medir los niveles de dopamina y sin necesidad de ningún agente de contraste», subraya Adisetiyo.

Si se pueden replicar los resultados en estudios más amplios, MFC podría tener un papel en la determinación de qué pacientes se beneficiarían de los psicoestimulantes, una consideración importante porque los medicamentos pueden crear adicción en algunos pacientes y llevar al abuso de otras drogas psicoestimulantes como la cocaína. «Sería beneficioso, cuando el psiquiatra no está muy seguro del diagnóstico, si se puede poner a un paciente en un escáner durante 15 minutos y confirmar que el hierro cerebral es bajo», concluye.