Una ONG que busca sonrisas bonitas… y más

04Ene. 01

La salud dental es uno de los aspectos de nuestro bienestar que más descuidamos, aunque con ello arriesguemos empeorar nuestra futura calidad de vida. Son muchas las personas sin recursos económicos que no pueden permitirse el lujo de pagar a un dentista, y muchos que sí pueden hacerlo pero que no dan al problema la importancia justa. Para ayudar a los primeros, a aquellos que no pueden pagarse las intervenciones dentales fuera del alcance del Insalud, nació en 1994 Odontología Solidaria (Odonsol), una ONG de especialistas odontólogos y estomatólogos que trabaja también en las áreas de prevención y educación.

El objetivo de Odonsol es conseguir que «la salud oral llegue a toda la población del mundo», como explica su director, el doctor José María Remilla, «ya sea en la periferia de las grandes ciudades, en las que hay colectivos que no tienen acceso a la salud oral por no tener los medios económicos, o en países del Tercer Mundo». De momento la asociación cuenta con unos 300 socios voluntarios y ya ha llevado a cabo proyectos de cooperación en países como Bosnia, Guatemala, Bolivia, México, Brasil o Guinea Ecuatorial. Y ha puesto en marcha clínicas de Cuarto Mundo en Madrid, Valencia, Barcelona, Sevilla y Málaga.

Acciones de Odonsol en España

En nuestro país, como explica Remilla, «el sistema de salud tiene unas limitaciones, porque sólo atiende determinados aspectos de la salud oral», por lo que su principal objetivo es «sensibilizar a las instituciones para que se hagan cargo de que una parte de la población no tiene medios para cubrir esta parte de su salud». Para paliar esta situación, Odonsol cuenta con especialistas que trabajan gratuitamente en estas clínicas de Cuarto Mundo, y también se han hecho otros proyectos en clínicas particulares de dentistas. Y en ellas, explica José María Remilla, «los dentistas trabajan de forma casi gratuita, sólo cobrando el coste del tratamiento y no su trabajo».

Sin embargo, el doctor Remilla subraya que el papel de esta ONG «no es hacer lo que debieran hacer las instituciones», y por ello pide que las administraciones estatales y autonómicas «tomen consciencia de que quizás debieran ser ellas quienes aportasen soluciones». Su llamamiento se extiende a los ayuntamientos, pues son «los más cercanos al ciudadano y sus servicios sociales son muy conscientes de este problema».

De las patologías que tratan, la caries es la que más afecta a los niños y la enfermedad periodontal en los adultos. Esta última, explica el director de Odonsol, «trae como consecuencia la pérdida de los dientes y produce unas limitaciones funcionales a la hora de comer y de hacer otras actividades que crea la necesidad de sustituirlos con prótesis». Para no llegar a este extremo, la prevención es el principal arma.

La importancia de la prevención

«Educar y formar es la labor más importante que hacemos» afirma el doctor Remilla, pues la gente debe conocer cómo «defenderse de la enfermedad y que las patologías nunca lleguen a dañar su boca». Un esfuerzo de educación que realizan a dos niveles, educando a los ciudadanos y a los agentes sociales como maestros o agentes de salud, «e incluso a las autoridades que hacen la planificación de programas en Tercer y Cuarto Mundo» añade el doctor Remilla, «a todos ellos va dirigido nuestro mensaje: el trabajo de prevención es el más económico a largo plazo y el más satisfactorio para el individuo ya que no se produce las pérdidas de las piezas dentales».

Por desgracia, según este miembro de Odontología Solidaria, «la sociedad valora su salud dental de forma secundaria», y por ello el esfuerzo es doble, al tener que sensibilizar a instituciones y ciudadanos. Aunque los problemas de salud dental son graves y hacen que quienes los padecen sufran, por ejemplo, «porque no pueden comer bien o porque en una reunión social se tienen que tapar la boca». En palabras del doctor Remilla, «es fundamental reír, hablar o recibir manifestaciones de cariño, y a veces con una salud dental deficiente es difícil ejercitar esas funciones». Algo que trae muchos problemas a esa parte de la población que no tiene medios económicos para cuidarla, mientras que muchos que sí que los tienen absurdamente la ignoran.