Uno de cada cinco jóvenes que se coloca piercings sufre algún tipo de complicación médica

Un estudio publicado en el Mayo Clinic Proceedings ha concluido que de los jóvenes que se colocan un piercing, casi uno de cada cinco sufre algún tipo de complicación, desde infecciones persistentes hasta sangrados o lesiones.

El piercing y los tatuajes son una moda cada vez más en auge entre los jóvenes, lo que ha aumentado el interés por investigar las complicaciones clínicas que pueden derivarse. Un estudio publicado en el Mayo Clinic Proceedings ha concluido que de los jóvenes que se colocan un piercing, casi uno de cada cinco sufre algún tipo de complicación. El estudio se llevó a cabo en la Pace University de Estados Unidos y es el primero que se realiza en este país sobe la prevalencia de esta moda entre los jóvenes y sus consecuencias.

«Hay una significativa incidencia de complicaciones médicas en los estudiantes con piercing», afirma el doctor Lester B. Mayers, jefe del Departamento de Medicina y Deporte de esta universidad y principal autor del estudio. El estudio encontró que un 52 por ciento de los estudiantes tenían un piercing y un 17 por ciento había vivido complicaciones médicas por ello. «Si la prevalencia que hemos encontrado es representativa de este grupo de edad, los casos de complicaciones son considerables y crecientes, como también sus costes para el sistema de salud».

Los investigadores entrevistaron a 450 estudiantes. Sin contar las perforaciones del lóbulo de la oreja, el ombligo es el lugar preferido por las chicas para un piercing (con un 29 por ciento), seguido de la oreja (fuera del lóbulo). Entre los hombres, el 31 por ciento de los piercings fueron colocados en la oreja. La principal complicación fue la infección bacteriana, seguida de sangrado y lesión o rasgado del lugar donde se colocó el piercing.

Sin embargo, los autores del estudio piden más investigaciones que aporten más datos, ya que el estudio se realizó a partir de entrevistas con los estudiantes que explicaban sus complicaciones, sin poseer un grado de conocimiento especial en medicina. Los investigadores también alertan que el tiempo del estudio no les ha permitido establecer de forma definitiva que este tipo de dibujos en la piel no entrañen un riesgo de hepatitis B, hepatitis C o VIH, enfermedades que se pueden contagiar si el material utilizado en la colocación de la pieza no está debidamente higienizado.

Los odontólogos españoles también advierten sobre lesiones

Durante el reciente Primer Simposio de Odontoestomatología para higienistas organizado por la Asociación de Higienistas y Auxiliares Dentales de España (AHIADEC), este colectivo también advirtió de los riesgos de los piercings en la boca, recomendando que se acuda a profesionales preferiblemente con formación médica para colocar estos adornos.

Las complicaciones más comunes en estos casos son alergias, reacciones en los tejidos o las mucosas bucales, infecciones diversas, ingestión de pieza, lesiones cutáneas, nerviosas o en venas, cicatrices y fracturas dentales.

Un piercing mal colocado puede provocar infecciones más allá de la reacción normal de los primeros días, y aunque esté bien colocado puede provocar diferentes lesiones en el interior de la boca al golpear los dientes al hablar.

Para evitarlo, los odontoestomatólogos pidieron una mayor formación de los profesionales que colocan estos adornos y que se regulen las normas sanitarias de los establecimientos donde se lleva a cabo esta actividad, como recientemente ha hecho la Generalitat de Catalunya.

Descargar elestudio en formato PDF (necesitará Acrobat Reader) desde la web de Mayo Clinic Proceedings (2002, Vol 77, nº 1)