En períodos de cambios estacionales, más en otoño e invierno, la posibilidad de contraer la gripe se vuelve muy elevada.
Las personas mayores de 65 años y aquellas con enfermedades crónicas, sobre todo de corazón o de pulmón, son las más susceptibles de desarrollar complicaciones, que pueden dar lugar a un ingreso hospitalario e incluso a la muerte del paciente.
Estos colectivos forman parte de los grupos de riesgo, que son los que cada año reciben la vacuna de la gripe. Cuando un individuo sufre una infección vírica, normalmente el cuerpo genera defensas que lo protegen contra una nueva infección del virus, y las vacunas tratan de imitar ese proceso natural.
El problema con la vacuna de la gripe es que el virus cambia con mucha facilidad, produciendo diversas cepas. Estas cepas son distintas todos los años y eso hace que la vacuna tenga que rediseñarse cada temporada. Por ello, y porque la protección de la vacuna sólo dura seis meses, es aconsejable que todos los pacientes de los grupos de riesgo se vacunen anualmente. Además, la vacuna también es recomendable para personas que conviven con individuos incluidos en estos grupos, sobre todo personal sanitario o cuidadores de ancianos, niños y enfermos crónicos. Este proceso de vacunación suele llevarse a cabo entre octubre y noviembre.
Si tienes fiebre, dolor de garganta y de cabeza, dolores musculares, tos seca o incluso los ojos llorosos y un dolor intenso en el oído, puedes temer con bastante fundamento que has cogido la gripe. El virus de la gripe se contagia muy fácilmente por medio de las gotitas procedentes de la tos y de los estornudos de las personas afectadas y se manifiesta al cabo de entre 18 y 72 horas de haberse contagiado, mientras que los síntomas suelen durar una media de cinco días.
Desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) se advierte de que la gripe, tarde o temprano, pueda desencadenar una pandemia, y se recuerda a la población que la prevención de esta enfermedad comienza por la vacuna. En España, Sanidad ya ha advertido que posee un plan de actuación ante esta posible pandemia por la mutación del virus.
Pandemias históricas
Las pandemias son brotes impredecibles de alguna enfermedad que toman dimensiones mundiales y con consecuencias potencialmente devastadoras. En lo relativo a gripe, en 1918 la llamada gripe española se cobró 20.000 vidas; en 1957, la fiebre asiática mató a 100.000 personas mientras que en 1968 se desató la gripe de Hong Kong, menos virulenta que las anteriores.
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