Virus que nos ayudan contra las enfermedades cardiovasculares

18Feb. 04

La American Heart Association ha apoyado los resultados de un equipo escocés que ha creado un virus de diseño modificado para ser inyectado en el cuerpo humano y entregar terapia génica en células relacionadas con la enfermedad cardiovascular. Este tipo de técnica tiene un gran porvenir, según los cardiólogos norteamericanos.

La American Heart Association ha anunciado que relativamente pronto podría ser posible inyectar por vía intravenosa un virus genéticamente modificado para que porte un tratamiento concreto, consiguiendo que viaje hasta el lugar específico del cuerpo y lanzar allí directamente su terapia.

«Es posible diseñar y construir genéticamente una terapia génica adherida a un virus de diseño que viaje y actúe de forma selectiva en cualquier parte del cuerpo», explica el doctor Andrew H. Baker, de la Universidad de Glasgow en Escocia e investigador principal del primer estudio publicado sobre esta técnica. El principal escollo al que se enfrentan los investigadores es que «la gran mayoría de esas terapias son eliminadas por el hígado» antes de realizar su función.

Esta terapia génica consistiría en introducir los genes del tratamiento en un virus desactivado o inocuo para los humanos. Luego el virus es inyectado en el cuerpo humano y viaja hasta infectar la zona que debe recibir la terapia.

El equipo del doctor Baker ha rediseñado un virus llamado virus adeno-asociado que no es filtrado y eliminado por el hígado inmediatamente, por lo que consigue estar en el torrente sanguíneo el tiempo suficiente para infectar a células específicas del cuerpo humano, en este caso, células cardiovasculares y entregar en ellas su terapia génica.

Estas células vasculares, según el doctor Baker, «están en contacto continuo con el torrente sanguíneo y están estrechamente relacionadas con anomalías cardiovasculares, por lo que son un objetivo apropiado para la terapia génica». Además, el virus adeno-asociado, según este especialista, puede tener un papel importante por su potencial expresión sostenida durante un mayor plazo con una única dosis y porque es inocuo en humanos.

Los primeros resultados son muy prometedores. Y ahora el objetivo de este equipo de investigadores escoceses es mejorar la selectividad del virus de diseño y su eficiencia en la entrega de la terapia génica al sistema cardiovascular, además de mejorar también la seguridad del proceso.