Lavarnos los dientes a diario y acudir a un especialista periódicamente son dos recomendaciones nada gratuitas. De no cumplirlas, enfermedades como la gingivitis o la periodontitis pueden destruir los huesos que sujetan los dientes y obligarnos a recurrir a la temida dentadura postiza o prótesis parciales. Ello ocurre cada vez a edades más tempranas: hoy la gingivitis afecta al 75 por ciento de niños y jóvenes y la periodontitis al 50 por ciento de los adultos.
La enfermedad periodontal, que incluye a la gingivitis y la periodontitis, es según la Sociedad Española de Periodoncia (SEPA) la enfermedad más extendida en la especie humana. Está causada por unas bacterias que todos tenemos en la boca, alrededor de los dientes, y que si no eliminamos, se dipositan entre el diente y la encía inflamándola, lo que se conoce como gingivitis. Pero lo peor es que las bacterias pueden seguir su camino, abrirse paso por debajo de la encía, atravesar la raiz del diente y destruir el hueso que lo sujeta, lo que se conoce como periodontitis.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), actualmente cerca de un 20 por ciento de las personas mayores de 60 años han perdido la totalidad de su dentadura y alrededor del 50 por ciento han perdido cuatro o más piezas dentales por esta causa. Pero no sólo afecta a los adultos, según datos de la SEPA hoy el 75 por ciento de los niños y jóvenes sufren gingivitis. Un problema que se agrava por el hecho de que la enfermedad puede desarrollarse sin provocarnos dolor, por lo que se hace más necesario acudir periódicamente a un especialista para que revise la salud de nuestros dientes.
Indicios que pueden hacernos sospechar
La gingivitis se caracteriza por una inflamación de la encía, que aparece enrojecida, sangrando con facilidad por ejemplo al cepillarnos y que puede ir acompañada de abcesos y mal aliento. Por otra parte, la aparición de huecos entre la encía y los dientes, pueden manifestar que se está desarrollando una una periodontitis. Detectar el problema lo antes posible es vital, como afirman los responsables de la SEPA, ya que la gingivitis «es la antesala a la periodontitis, la cual afecta al hueso que soporta los dientes hasta llegar a su total destrucción».
Si se detecta la gingivitis a tiempo, es posible sanar la encía, como también es posible detener el proceso de destrucción del hueso y conservar el diente. Pero el hueso que ya haya sido destruído es difícil de recuperar, por lo que los dientes que prácticamente no tienen hueso que los soporte se pierden sin remedio.
Las sencillas formas de prevención destacadas por la SEPA son «una eficaz higiene oral diaria, con cepillo y limpieza interdental, así como visitas periódicas al profesional». Revisar nuestra salud dental con asiduidad puede no parecernos demasiado atractivo. Pero puede evitarnos la pérdida de dientes y el tener que recurrir, quizás antes de lo que creemos, a prótesis dentales que además de resultarnos más caras económicamente, empeoran de forma considerable nuestra calidad de vida.
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