Wyeth – España ya dispone de un nuevo medicamento que mejora la supervivencia de los pacientes con carcinoma de células renales

Temsirolimus (Torisel®) ha recibido recientemente la aprobación de la Agencia Española del Medicamento para su comercialización en España, como terapia de primera línea para pacientes con carcinoma de células renales avanzado que tengan, al menos, tres de los seis factores pronósticos de riesgo.

Según los últimos datos de Globocan 2002 de la Agencia Internacional de Investigación en Cáncer, en nuestro país se registran alrededor de 4.000 nuevos casos de pacientes con cáncer renal en España, de los cuales mueren más de 1.600. La forma más común de estos tumores malignos de riñón es el carcinoma de células renales, un tipo de cáncer que ocupa el noveno puesto entre las neoplasias más frecuentes y que representa el 85 por ciento de los tumores renales detectados cada año en Europa. De estos, aproximadamente un 40 por ciento de los pacientes tiene la enfermedad avanzada en el momento del diagnóstico.

Y es que, tal y como destaca el doctor coordinador del Programa de Tumores Genitourinarios y co-director de la Unidad de Desarrollo de Nuevos Fármacos del Centro Integral Oncológico Clara Campal, Ignacio Durán, «el cáncer de riñón puede no producir síntomas durante mucho tiempo, por lo que, en la mayor parte de los casos, los diagnósticos se realizan en fases tardías cuando la enfermedad está avanzada».

Revolución farmacológica

No obstante, los últimos cinco años han supuesto una auténtica «revolución» en el tratamiento del cáncer renal. Se ha pasado de disponer de fármacos poco eficaces y muy tóxicos, a tener a nuestra disposición fármacos con eficacias muy notables. Por ejemplo, la aparición de Temsirolimus (Torisel®) puede cambiar la situación ya que supone un avance importante para todas aquellas personas a quienes se las ha diagnosticado éste tipo de enfermedad. Y es que se trata del primer fármaco que consigue mejorar la supervivencia global de estos pacientes en un 49 por ciento.

Todo ello, ha provocado que se convierta en la primera elección en pacientes con carcinoma de células renales de pobre pronóstico que no han sido previamente tratados y en aquellos pacientes con histologías diferentes a las células claras independientemente del grupo pronóstico.

Temsirolimus constituye una innovación en el sentido que actúa sobre una vía molecular diferente: la vía de la mTOR quinasa, un importante regulador de la proliferación, crecimiento y supervivencia celular. Según el doctor J. Pablo Maroto Rey, adjunto del Servicio de Oncología Médica y Subespecialista en Tumores Urológicos del hospital Sant Pau de Barcelona, «la molécula, indirectamente, tiene también un efecto antiangiogénico, es decir, que disminuye la formación de vasos por parte del tumor y con ello la velocidad de crecimiento». Por otro lado, según el doctor Maroto, «la relación beneficio- riesgo es claramente favorable al nuevo fármaco y los efectos secundarios son en general fácilmente controlables».

Ensayos clínicos

La autorización de temsirolimus (Torisel®) está avalada por los resultados de seguridad y eficacia observados en un ensayo clínico en fase III, que muestra que la supervivencia media de los pacientes tratados con temsirolimus fue de 10,9 meses frente a los 7,3 meses de los tratados con interferón-alfa. En este ensayo clínico participaron, divididos en tres grupos, 626 pacientes con cáncer renal avanzado con, al menos, tres de los seis factores de riesgo pronóstico adverso sin que hubieran recibido ninguna terapia sistémica anterior.

En palabras del doctor Joaquim Bellmunt, jefe de sección de tumores genitourinarios del Servicio de Oncología del Hospital del Mar de Barcelona y presidente del Grupo Español para el Estudio del Cáncer Urológico, «este ensayo clínico es el primero en demostrar beneficio en supervivencia con la utilización de un fármaco dirigido hacia una diana terapéutica que en este caso es la vía de la m-TOR». Además, «este grupo de pacientes tiene una expectativa de vida muy limitada, aproximadamente de cuatro o cinco meses y con este tratamiento se ha logrado un incremento del 49 por ciento con respecto al tratamiento convencional».