X Congreso Mundial de Dermatología Pediátrica

La dermatitis atópica es una de las patologías dermatológicas que mayor índice de morbilidad provocan, según han explicado los expertos en el X Congreso Mundial de Dermatología Pediátrica, que se ha celebrado recientemente en Roma.

La incidencia de la dermatitis atópica aumenta de forma progresiva en los países desarrollados, llegando a afectar en la actualidad hasta el 20-25 por ciento de la población infantil, según explica el doctor Pablo de Unamuno, del Servicio de Dermatología del Hospital Universitario de Salamanca.

Esto ha motivado que esta patología sea uno de los temas estrella de esta importante reunión científica, en la que participan alrededor de 200 especialistas españoles. «La cifra de afectados por dermatitis atópica ha ido en aumento en los últimos años, seguramente debido a los adelantos tecnológicos, el mayor nivel de vida, la polución, etc. Por lo tanto es una enfermedad más frecuente en países con mayor desarrollo», comenta este especialista del hospital de Salamanca.

La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que afecta en gran medida a los niños. Su origen todavía no está claro y no existe ningún tratamiento curativo, sino que las terapias van dirigidas a paliar los síntomas.

La dermatitis atópica es una patología muy frecuente que provoca un fuerte impacto sanitario. Es un proceso inflamatorio de la piel, no contagioso que cursa con picor, sequedad y descamación de la piel. La enfermedad evoluciona a brotes con fases de mejoría seguidas de otras de empeoramiento. El prurito es el síntoma fundamental de la dermatitis atópica y a consecuencia del rascado que origina, es probablemente el desencadenante de la aparición de la mayoría de las lesiones cutáneas que afectan a los pacientes. Los pacientes que cursan con dermatitis atópica tienen un mayor riesgo de sufrir otros procesos atópicos, según subrayan los expertos.

El picor es uno de los síntomas cardinales de la dermatitis atópica y obliga al paciente a rascarse constantemente, lo que le provoca lesiones cutáneas que pueden sobreinfectarse, un cierto tipo de rechazo social y trastornos del sueño.

Además, y teniendo en cuenta que la dermatitis afecta sobre todo a niños, el hecho de que estos sufran picor repercute también seriamente en sus padres, por lo que la patología tiene un serio impacto en la calidad de vida no sólo para los jóvenes pacientes sino para los familiares directos que se encargan de cuidarlos.

La terapéutica de la dermatitis atópica estaba basada, hasta hace poco tiempo, en el empleo de corticoides tópicos, un tratamiento con efectos secundarios importantes para el paciente, lo que desaconsejaba su uso en algunos casos.

Sin embargo, a principios de año, se introdujo en el mercado español un tratamiento que supone un nuevo abordaje en la terapia de la dermatitis atópica, el pimecrolimus, comercializado con el nombre de Elidel®. Se trata de un tratamiento que pertenece a la familia de los inhibidores tópicos de la calcineurina y que presenta un excelente perfil de seguridad.