¿Qué son los retinoides?
Los retinoides son moléculas, naturales o sintéticas, que tienen la misma actividad biológica que la vitamina A.
La vitamina A no puede ser sintetizada por el organismo y se obtiene a través de alimentos de origen vegetal.
¿Para qué se utilizan los retinoides?
En dermofarmacia, los retinoides se utilizan para tratar el acné, arrugas, manchas o pérdida de firmeza ya que regulan la producción de sebo, tienen acción antiinflamatoria, estimulan la renovación de la epidermis y aumentan la síntesis de colágeno a nivel de la dermis. Además, para el tratamiento de otras patologías como distintos tipos de psoriasis o eccema crónico grave.
A pesar de sus múltiples beneficios, en algunas ocasiones, si no los usamos de la manera correcta, pueden presentar efectos adversos como enrojecimiento, sequedad de piel y mucosas, picor o escozor, descamación o fotosensibilidad.
Estos efectos van ligados a la dosis. Cuanto mayor sea la cantidad de producto utilizada, mayor probabilidad habrá de que aparezcan estos efectos adversos.
Tipos de retinoides
Se pueden diferenciar 3 categorías de retinoides, según su vía de administración y si son medicamentos o cosméticos.
Los retinoides tópicos de uso cosmético
Los retinoides tópicos de uso cosmético son el tratamiento de referencia en las terapias dermatológicas para la mejora del acné, envejecimiento e hiperpigmentaciones. Tienen el inconveniente de ser inestables y más difíciles de formular, por ello, suelen aparecen en formatos que liberan el activo de manera gradual, reduciendo el riesgo de efectos adversos.
Los principales activos empleados en dermocosmética son:
Recomendaciones a la hora de usar retinol
Combínalos con cosméticos que contengan ingredientes emolientes y calmantes.
Mantén una buena hidratación oral.
Utiliza siempre un fotoprotector solar.
Para reducir los efectos adversos asociados al uso de retinoides, empieza siempre por concentraciones bajas y ve subiendo de forma gradual.