Los retinoides son moléculas, naturales o sintéticas, que tienen la misma actividad biológica que la vitamina A.
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FarmaciaLos retinoides son moléculas, naturales o sintéticas, que tienen la misma actividad biológica que la vitamina A.
Los retinoides son moléculas, naturales o sintéticas, que tienen la misma actividad biológica que la vitamina A. La vitamina A no puede ser sintetizada por el organismo y se obtiene a través de alimentos de origen vegetal.
En el ámbito de la dermofarmacia, los retinoides se utilizan para tratar diversas afecciones cutáneas, como el acné, las arrugas, las manchas o la pérdida de firmeza. Estos compuestos ofrecen una amplia gama de beneficios para la piel, incluyendo:
Regulación de la producción de sebo
Acción antiinflamatoria
Estimulación de la renovación de la epidermis
Aumento de la síntesis de colágeno a nivel de la dermis
Además de su uso en dermatología estética, los retinoides también se emplean en el tratamiento de otras patologías cutáneas, como la psoriasis o el eccema crónico grave.
Es importante destacar que, a pesar de sus múltiples beneficios, el uso inadecuado de los retinoides puede dar lugar a la aparición de efectos adversos, entre los que se encuentran:
Enrojecimiento
Sequedad de piel y mucosas
Picor o escozor
Descamación
Fotosensibilidad
La aparición y la intensidad de estos efectos secundarios están directamente relacionadas con la dosis utilizada. Cuanto mayor sea la cantidad de producto aplicada, mayor será la probabilidad de que se manifiesten estos efectos adversos. Por este motivo, es fundamental seguir las indicaciones de un profesional de la salud y comenzar con concentraciones bajas, aumentando la dosis gradualmente según la tolerancia de la piel.
Existen tres categorías principales de retinoides, que se clasifican en función de su vía de administración y de si se trata de medicamentos o cosméticos:
Medicamentos de uso tópico: Estos productos se aplican directamente sobre la piel y suelen requerir prescripción médica.
Medicamentos de uso oral: Los retinoides orales se administran por vía oral y también requieren prescripción médica. Se utilizan en casos más severos de acné o otras patologías cutáneas.
Cosméticos tópicos: Los retinoides tópicos de uso cosmético se encuentran en una amplia gama de productos de venta libre, como cremas, serums y lociones. Estos productos suelen contener concentraciones más bajas de retinoides que los medicamentos tópicos y están diseñados para mejorar la apariencia general de la piel.
Los retinoides tópicos de uso cosmético se han convertido en un tratamiento de referencia en las terapias dermatológicas para la mejora del acné, el envejecimiento cutáneo y las hiperpigmentaciones. Sin embargo, su inestabilidad y la dificultad para formularlos han llevado al desarrollo de formatos que liberan el activo de manera gradual, lo que reduce el riesgo de efectos adversos.
Entre los principales activos empleados en dermocosmética se encuentran:
Retinol: Es la forma más pura de vitamina A y se convierte en ácido retinoico en la piel. El retinol es eficaz para reducir las arrugas, las manchas y el acné.
Retinaldehído: Es un precursor del ácido retinoico y es más suave que el retinol. El retinaldehído es eficaz para tratar el acné y mejorar la textura de la piel.
Hidroxiácidos: Los hidroxiácidos, como el ácido glicólico y el ácido láctico, se utilizan a menudo en combinación con los retinoides para mejorar su eficacia. Los hidroxiácidos ayudan a exfoliar la piel y a mejorar la penetración de los retinoides.
Retinil ésteres o ésteres de retinol: Son formas más suaves de retinol y son ideales para las pieles sensibles. Los ésteres de retinol ayudan a mejorar la textura de la piel, reducir las arrugas finas y unificar el tono de la piel.
Para obtener los mejores resultados y minimizar el riesgo de efectos secundarios, es importante seguir estas recomendaciones al utilizar retinoides:
Comenzar con una concentración baja y aumentar gradualmente la dosis según la tolerancia de la piel.
Aplicar los retinoides por la noche, ya que la exposición al sol puede degradar el producto y aumentar la sensibilidad de la piel.
Utilizar un fotoprotector solar de amplio espectro con un FPS de 30 o superior todas las mañanas, incluso en días nublados.
Combinar los retinoides con productos que contengan ingredientes emolientes y calmantes para contrarrestar la sequedad.
Mantener una buena hidratación oral bebiendo abundante agua durante el día.
Consultar con un dermatólogo o farmacéutico si se experimenta irritación persistente o si se tienen dudas sobre el uso de retinoides.
Siguiendo estas recomendaciones, podrás disfrutar de los múltiples beneficios de los retinoides para la piel de forma segura y efectiva.