Síndrome de Peter Pan: el eterno adolescente

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síndrome de Peter Pan El eterna del Este No. Pues este síndrome que no sonara un poco raro, síndrome de Peter Pan lo definió killer. Ya en los años, en los años ochenta, un psicólogo americano, es decir, el ya vio Fijaos, además que estamos hablando los años ochenta y mira donde estamos. Bueno, pues lo que nosotros vemos ahora como psicólogos es que este síndrome está más en auge que nunca, Es el eterno adolescente. Decides aquel chico que no quiere crecer, que quiere ser eternamente un niño que no quiere responsabilidades, que quiere las cosas aquí y ahora, que no acepta ningún tipo de compromiso, que es Egocéntrico egoísta, que normalmente no tolera frustraciones. Habitualmente son niños que se les ha dado de todo, Es decir, que siempre han tenido de todo y tienen un miedo horroroso a enfrentarse a la vida real, porque porque no tienen las armas adecuadas para hacerlo. Quizá porque no se lo han dado esas armas o porque él no las ha querido decir. Es gente que elude. Por supuesto, puedes vivir fuera de casa. Es decir, están siguen en su casa, si es posible, sin trabajar y recibiendo la paga, pues todavía muchísimo mejor no. Estos eternos adolescentes tienen una característica común normalmente suelen provenir de familias en que ellos han sido el centro del universo, es decir, familias con madres super protectoras, Superdome y Nantes. Estaríamos hablando ahora del síndrome de vendí, que es el contrario. Como sabéis, en el cuento de Peter Pan Peter Pan era el eterno niño y vendí la mamá. Bueno, pues el síndrome de vendí nos lo encontramos nosotros en la consulta constantemente, porque son para madres que no quieren dejar soltar a sus hijos y sus hijos están encantados de ser adolescentes para toda su vida. De hecho, nos llegan muchísimas veces diciendo con un chico de veintiséis años diciéndome Es que mi niño no me estudia, Ante esa frase. Lo primero que tienes que hacer es decir algo va mal. Aquí algo está mal. Es decir, hay que trabajar con esa familia. Hay que trabajar con esa madre y hay que trabajar con ese chico para que deje de, de ser tan inmaduro y empiece a adoptar las las Bueno, pues pues la realidad de la vida, la realidad de la vida conlleva frustraciones. Conlleva lucha, conlleva compromiso, que es el que, por supuesto, siempre tratan de eludir. Y eso es algo que tenemos que trabajar la mayoría de las veces, no sólo con el paciente, sino también con la familia, porque muchas veces hay una codependencia tóxica patológica. Por supuesto, las relaciones sentimentales suelen ir y venir. No duran porque, claro, tampoco no sabes miedo al compromiso total y absoluto. Y ellos quieren vivir eternamente en la infancia. Se han quedado en la adolescencia, tengan treinta, cuarenta ó cuarenta y tanto y sí, sí, ya sé que los hay. Ya sé que a lo mejor lo tienes en casa. Pues ya sabes, algo hay que hacer porque tú si quieres, puedes.

Referencias

Contribuidores

Isabel Menéndez Benavente

Psicología