¿Qué es el tracrólimus?
Tacrólimus es un fármaco inmunosupresor que ejerce su efecto mediante la inhibición de una proteína llamada calcineurina, que promueve la activación de linfocitos T y la producción de citocinas proinflamatorias.
Está autorizado para su uso en la prevención del rechazo tras trasplante de órgano sólido, en concreto de hígado, riñón y corazón; y también para tratar el rechazo agudo resistente a otros inmunosupresores de cualquier órgano sólido trasplantado.
Su uso en pacientes trasplantados es el más habitual, pero también se puede usar localmente para atajar los brotes y como terapia de mantenimiento de dermatitis atópica moderada-grave.
Presentaciones del tacrólimus
Todas las presentaciones del tacrólimus están sujetas a receta médica.
En farmacias, tacrólimus está disponible en diversas presentaciones de uso por vía oral:
Cápsulas normales
Cápsulas de liberación prolongada
Comprimidos de liberación prolongada
Granulado en sobres, con distintas dosis: desde 0,2 a 5 mg por unidad.
También se puede encontrar en pomada para uso tópico.
Incluso, una presentación en solución intravenosa u oral está disponible para uso hospitalario.
¿Cómo tomar tacrólimus?
La dosis de tacrólimus será individualizada por el médico para cada paciente, según resultados clínicos y tolerabilidad, y variará dependiendo del tipo de órgano trasplantado.
Es común que se monitoricen los niveles del fármaco en sangre, con varios ajustes de dosis hasta alcanzar la concentración deseada, que suele ser mayor en los momentos inmediatamente después del trasplante.
La biodisponibilidad de tacrólimus varía mucho según el medicamento empleado, por lo que es fundamental que sigas estrictamente las recomendaciones de tu médico para evitar que aumente el riesgo de reacciones adversas (incluso de rechazo del órgano).
No hay límite para la duración del tratamiento y el uso de tacrólimus junto con otros fármacos inmunosupresores es bastante común. Por ello, hay que tener en cuenta el alto riesgo de interacciones farmacológicas de este fármaco, incluso con inmunosupresores como ciclosporina o micofenolato. También hay que tener cuidado con el uso conjunto de fármacos inductores o inhibidores enzimáticos, por lo que resulta esencial informar al médico sobre cualquier otro medicamento o complemento alimenticio que estés tomando.
Debes vigilar el perfil de seguridad del fármaco, sabiendo que algunas de las reacciones adversas más frecuentes a tacrólimus son: