Los probióticos son microorganismos vivos que tienen efectos beneficiosos para la salud humana. Sin embargo, ¿son todos los probióticos iguales? La respuesta es no. En el mercado existen múltiples tipos de probióticos con diferentes indicaciones terapéuticas.
¿Por que los probióticos no son iguales?
La diferencia microbiológica es la principal razón por la que no todos los probióticos son iguales entre ellos. Los principales tipos de probióticos son las bifidobacterias, los lactobacilos, las levaduras y otros. Pero dentro de cada género y especie, pueden existir diferentes cepas, cada una de ellas con un mecanismo de acción diferente y, por tanto, con una indicación terapéutica específica.
Para que patologías son beneficiosos los probióticos
Es esencial destacar que una cepa probiótica no sirve para todo. Cada cepa probiótica debe ser demostrada científicamente para qué patología es beneficiosa, ya sea de forma preventiva o terapéutica. Por lo tanto, es importante conocer y demostrar científicamente el efecto beneficioso que tiene cada cepa probiótica para la salud humana.
En conclusión, no todos los probióticos son iguales, y solo se deben utilizar las cepas probióticas cuando esté demostrado su efecto beneficioso científicamente para una determinada patología y a una dosis específica. Como recomendación, es recomendable acudir al médico o pediatra para que se le prescriba la cepa probiótica adecuada para la patología determinada.
En resumen, los probióticos son una herramienta útil para la salud humana, pero es esencial comprender que no todos los probióticos son iguales. Cada cepa probiótica tiene una indicación terapéutica específica, por lo que es importante conocer y demostrar científicamente el efecto beneficioso que tiene cada cepa para la salud humana. Como siempre, se recomienda buscar la orientación de un profesional médico para una prescripción adecuada.