El Dr. Gonzalo Pin, del Hospital Quirón de Valencia, nos explica qué son las pesadillas y los terrores del sueño, muy habituales en los bebés.
Más vídeos sobre salud en nuestros canales:
SueñoEl Dr. Gonzalo Pin, del Hospital Quirón de Valencia, nos explica qué son las pesadillas y los terrores del sueño, muy habituales en los bebés.
Es común que los padres se preocupen por el sueño de sus hijos, especialmente cuando se presentan episodios de llanto, gritos o agitación durante la noche. Dos de los trastornos del sueño más comunes en la infancia son las pesadillas y los terrores nocturnos. Aunque ambos pueden resultar alarmantes para los padres, es importante saber diferenciarlos para actuar de la manera más adecuada.
¿Qué son las pesadillas?
Las pesadillas son sueños perturbadores que suelen ocurrir durante la fase REM del sueño, generalmente en el último tercio de la noche. Durante una pesadilla, el niño puede despertarse asustado, llorando o gritando. Lo importante es que, al despertar, el niño reconoce a sus padres, busca consuelo y puede recordar, al menos parcialmente, lo que ha soñado.
¿Qué son los terrores nocturnos?
Los terrores nocturnos, a diferencia de las pesadillas, ocurren durante la fase no REM del sueño, generalmente en el primer tercio de la noche. Durante un episodio de terror nocturno, el niño puede gritar, llorar, agitarse e incluso presentar síntomas físicos como sudoración, taquicardia y dificultad para respirar. A diferencia de las pesadillas, el niño no se calma al ser consolado, puede parecer desorientado y no recuerda el episodio al despertar.
¿Cómo actuar ante las pesadillas y los terrores nocturnos?
Pesadillas: Lo más importante es tranquilizar al niño, ofrecerle consuelo y seguridad. Hablar sobre lo que ha soñado puede ayudarle a procesar sus emociones. Es importante crear una rutina relajante a la hora de dormir y evitar la exposición a contenido violento o perturbador antes de acostarse.
Terrores nocturnos: Durante un episodio de terror nocturno, lo más recomendable es mantener la calma y no intentar despertar al niño bruscamente, ya que esto podría aumentar su agitación. Se debe asegurar que el entorno sea seguro para evitar que se haga daño y esperar a que el episodio pase. No es necesario despertar al niño después de un episodio de terror nocturno, ya que no lo recordará.
¿Cuándo consultar con un especialista?
Es recomendable consultar con un especialista en sueño si:
Los episodios de pesadillas o terrores nocturnos son muy frecuentes o intensos.
Interfieren con el sueño del niño o de la familia.
Se presentan otros síntomas como sonambulismo, problemas de comportamiento o dificultades de aprendizaje.
El Dr. Gonzalo Pin, del Hospital Quirón de Valencia, destaca la importancia de la higiene del sueño para prevenir y mejorar estos trastornos. Mantener una rutina regular de sueño, asegurar un entorno adecuado para dormir y evitar el consumo de pantallas antes de acostarse son medidas que pueden ayudar a mejorar la calidad del sueño del niño.
Eh Dudas Distinguir. Son pesadillas. Todos mucho. Las pesadillas se producen generalmente hacia el último tercio de la noche. Cuando. El niño se despierta, empieza a llorar y los padres acudimos, nos reconoce y se calma. Tenemos que calmar. Lo tenemos que atenderlo porque en ese momento el niño sí que está sufriendo. A diferencia de lo que ocurre en los terrores del sueño, sí son muy frecuentes y son niños mayores de ocho años. Lo que habría que hacer es investigar qué está ocurriendo bien en el colegio. Ver qué tipo de televisión B porque Todos los niños tienen algún momento de su etapa pesadillas. Pero si son demasiado frecuentes y persisten en el tiempo, tendríamos que averiguar qué ocurre durante el día en la vida de mi hijo. Los terrores del sueño suelen producirse en el primer tercio de la noche. El realidad el niño continua durmiendo de tal manera que los padres son como personas ajenas y cuando intentan calmar al indio, este se pone más nervioso, más inquieto. La actitud de los padres también debe ser diferente. Ante una pesadilla. Debemos acudir cámaras tu hijo y no tenemos por qué. Cuando nos ve llegar se va a calmar ante un terror del sueño. Lo que no hay que hacer es actuar. Hay que observar y evitar despertarlo, porque si lo despertamos vamos a hacer que el terror del sueño persista más en el tiempo. A grosso modo, es como si el cuerpo se despierta, pero el cerebro sigue durmiendo. En ese momento el niño no sufre, No, no podemos hacer nada para evitar, excepto mejorar la higiene del sueño, sea evitar el déficit de sueño, favorecer las fiestas y que el niño tenga más o menos una rutina del sueño. Lo que sí es importante si es un terror del sueño que durante cinco y quince minutos es que no lo despertemos, que no actuemos, que observemos por si se hace daño, pero que jamás lo despierten. Uno al sueño. Bueno, pues es una especie de pesadilla que recordamos al día siguiente. El haber dormido es algo muy frecuente. Es es lo que llamamos Sony, lo quia y es una. Se llama para Sonia de la fase no rendir sueño. En realidad no deberíamos hacer nada si no es una soliloquio A excesivamente frecuente y agresiva. Y el niño habla y de palabras inconexas. Eso es un proceso transitorio que no tiene demasiada importancia