Enfermedad Venosa Crónica o Varices: ¿Qué Debes Saber?
La enfermedad venosa crónica (EVC) es una afección común que afecta a un gran número de personas en todo el mundo. Se caracteriza por la dificultad del retorno venoso desde las piernas hacia el corazón, lo que provoca una acumulación de sangre en las venas.
¿Qué son las varices?
Las varices, una de las manifestaciones más conocidas de la EVC, son venas dilatadas y tortuosas que pueden aparecer en las piernas, generalmente de color azulado o morado.
Causas de la Enfermedad Venosa Crónica:
Diversos factores pueden contribuir al desarrollo de la EVC, entre ellos:
Herencia: La predisposición genética juega un papel importante en la aparición de varices.
Sexo: Las mujeres tienen mayor probabilidad de desarrollar varices, especialmente durante el embarazo.
Edad: El riesgo de EVC aumenta con la edad.
Obesidad: El sobrepeso ejerce una presión adicional sobre las venas.
Sedentarismo: La falta de actividad física dificulta el retorno venoso.
Permanecer de pie o sentado durante largos periodos: Estas posturas pueden dificultar la circulación sanguínea.
Síntomas de la Enfermedad Venosa Crónica:
Aparte de las varices visibles, la EVC puede manifestarse con otros síntomas como:
Pesadez en las piernas
Dolor en las piernas, especialmente después de estar de pie o sentado durante mucho tiempo
Hinchazón en las piernas y tobillos
Calambres en las piernas
Picor en las piernas, especialmente en la zona de las varices
Cambios en la piel de las piernas, como sequedad, decoloración o úlceras
Prevención de la Enfermedad Venosa Crónica:
Si bien no se puede prevenir por completo la EVC, existen medidas que pueden ayudar a reducir el riesgo de desarrollarla o a retrasar su progresión:
Mantener un peso saludable
Realizar ejercicio físico de forma regular
Evitar permanecer de pie o sentado durante largos periodos
Usar medias de compresión, especialmente si se tiene predisposición a las varices o se realizan trabajos que implican estar mucho tiempo de pie
Elevar las piernas por encima del corazón durante unos minutos al día
Tratamiento de la Enfermedad Venosa Crónica:
El tratamiento de la EVC depende de la gravedad de la afección y puede incluir:
Medidas de estilo de vida: Como las mencionadas en la prevención.
Medias de compresión: Para mejorar el retorno venoso.
Medicamentos: Para aliviar los síntomas y mejorar la circulación.
Escleroterapia: Inyección de una solución en las venas afectadas para cerrarlas.
Cirugía: En casos graves, puede ser necesaria la cirugía para extirpar las venas afectadas.
Es importante acudir al médico si se experimentan síntomas de EVC para obtener un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado.