La melatonina, conocida también como la hormona del sueño, es uno de los principales agentes que intervienen en el mantenimiento de los ritmos circadianos de sueño y vigilia. Se trata de una hormona sintetizada y segregada por la glándula pineal a partir de la serotonina, cuya producción se ve suprimida en presencia de luz, lo que convierte a la melatonina en un marcador biológico ligado a la oscuridad.
Melatonina y edad
La síntesis de esta hormona varía a lo largo de la vida. Así, durante los primeros tres meses de vida la producción de melatonina es muy baja, aumentando rápidamente hasta un máximo que se produce entre el primer y tercer año de vida. Posteriormente, estos niveles máximos de melatonina se van reduciendo aproximadamente entre un 10 y un 15% por década, de modo que las personas mayores de 60 años producen cantidades muy bajas de melatonina. Además, de la producción endógena de melatonina por nuestro cuerpo, actualmente contamos con fuentes exógenas de esta hormona en forma de complementos alimenticios y de medicamentos, con dosis y composición variables.
La regulación vigente en España limita a menos de 2 mg la dosis de melatonina que puede estar presente en un complemento alimenticio. Mientras que, solo los medicamentos, pueden contener dosis superiores a 2 mg de melatonina.
¿Cuándo utilizar melatonina?
La melatonina debe considerarse una vez que se han tomado las medidas habituales de higiene del sueño, y estas no han dado resultados suficientes. También podemos encontrar medicamentos a base de melatonina indicados en el tratamiento a corto plazo del jet-lag en adultos. El tratamiento farmacológico o con complementos alimenticios se debe entender siempre como un apoyo puntual hasta que el paciente consigue retomar una adecuada rutina de sueño.
Tratamiento con melatonina
El tratamiento con melatonina se debe limitar a la menor duración posible. En el caso de los complementos alimenticios con melatonina, encontramos una amplia variedad de presentaciones en las que es habitual que la melatonina se combine con otros productos que facilitan o intervienen en el sueño, principalmente derivados vegetales, vitaminas o minerales.
Además, aparte de en comprimidos, es posible encontrar la melatonina en complementos alimenticios en forma de cápsulas, láminas bucodispersables, caramelos de goma o también en gotas.