El ortosifón o “té de Java” es una planta originaria de Asia tropical y son características sus flores de color azul violáceo con unos estambres muy largos, por lo que también se la conoce como bigotes de gato.
Esta planta medicinal se utilizaba ya hace siglos en Indonesia para tratar enfermedades renales y fue a finales del siglo XIX cuando el mundo occidental se empezó a interesar por esta exótica planta y por propiedades drenantes.
De acuerdo con la farmacopea europea, la parte medicinal del ortosifón se encuentra en sus hojas y brotes, desecados y fragmentados, al contener una gran riqueza de flavonoides, polifenoles, aceites esenciales y potasio.
Usos terapéuticos del ortosifón
En cuanto a los usos terapéuticos del ortosifón tanto la Agencia Europea del Medicamento (EMA) como la Sociedad Europea de Fitoterapia aprueban su uso tradicional para aumentar la diuresis (orina), como terapia de lavado de las vías urinarias, especialmente en trastornos urinarios de naturaleza inflamatoria. En concreto, en caso de litiasis renal.
También está aprobado su uso como coadyuvante en el tratamiento de infecciones bacterianas del tracto urinario.
Como usar el ortosifón
Respeto a la posología a la hora de tomar ortosifón, las pautas aprobadas por la Agencia Europea del Medicamento en adultos son las siguientes:
Si es en infusión, debemos tomar de entre 6 a 12 g al dia, repartidos en varias tomas.
Si es en extracto líquido, la pauta son 2 gramos de ortosifón, 1-2 veces al día.
Si es en extracto seco, la dosis es de 360 mg, de entre 3 a 4 veces al día.
Conviene recordar que, para reforzar el efecto diurético, es conveniente asegurar una abundante ingesta de líquidos.
Advertencias y contraindicaciones
Ten presente también que, si estás tomando otros medicamentos, debes consultar siempre a tu médico y farmacéutico de confianza antes de iniciar un tratamiento a base de plantas medicinales para asegurarte un abordaje y un uso correcto de las mismas.
En el caso de ortosifón, por ejemplo, debemos tener como precaución que la terapia de lavado de las vías urinarias no debe realizarse en caso de edemas debidos a insuficiencia renal o cardíaca, salvo que sea por prescripción del médico.
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