Prevenir la presbicia no es posible, pero sí corregirla
La presbicia o “vista cansada” es una condición fisiológica en la que, con el paso de los años, se va produciendo una dificultad para enfocar los objetos que se encuentran a una distancia de entre 35 y 40 centímetros. Esto hace que sea más complicado leer, escribir o realizar labores, como por ejemplo, tejer.
Síntomas y signos de la presbicia
Dificultad para enfocar los objetos que se encuentran a poca distancia.
Sensación de “letras borrosas”.
Dolor de cabeza al fijar la vista durante mucho tiempo.
Fatiga ocular, sobre todo, al final del día o en condiciones de poca iluminación.
La presbicia no se puede prevenir, pero sí se puede corregir mediante el uso gafas con lentes correctoras, o a través de procedimientos quirúrgicos que conllevan la inserción de lentes intraoculares o el uso de láser.
En tu farmacia, podrás encontrar gafas de presbicia o premontadas, un tipo de gafas destinadas a la visión de cerca y a la lectura que incluyen un par de lentes monofocales con la misma potencia y que se ofrecen en intervalos de corrección de 0,5 en 0,5 dioptrías.
Este tipo de gafas son consideradas Productos Sanitarios de Clase I e, importante, deben cumplir con una serie de requisitos descritos en la legislación (RD 1591/2009, de 16 de octubre) y otras normativas aplicables (UNE-EN 14139).
¿Qué gafas de presbicia escoger?
A la hora de adquirir unas gafas de presbicia, debes comprobar que la montura y el etiquetado incluyan:
El nombre o marca registrada del fabricante o distribuidor.
El lote o número de serie.
La potencia esférica de las lentes.
El marcado CE.
El anagrama de que no es apta para la conducción.
Inconvenientes de las gafas de presbicia
Este tipo de gafas se recomiendan para un uso esporádico y corto en el tiempo, y no como gafas de uso habitual. Hay que tener en cuenta que las gafas premontadas:
No tienen en cuenta diferencias de graduación entre ambos ojos.
No sirven para corregir astigmatismo.
No son personalizadas y no tienen en cuenta la distancia interpupilar.
Siempre será recomendable realizar un examen optométrico completo para comprobar la situación general del sistema visual y evaluar si hay desajustes en la visión lejana.
Lo mejor, por tanto, es acudir a tu especialista para conocer cuál es la corrección para visión cercana que necesitas. Si lo anterior no es posible, elige unas gafas con las que veas bien las letras a distancia de lectura y siempre la mínima graduación con la que veas bien.
Desde la farmacia te orientarán recomendándote unas gafas de presbicia en función de tu edad y en base a otras consideraciones como tu visión lejana.
Eso sí, súper importante: las gafas de presbicia no son personalizadas, por lo que acude a tu especialista si tienes:
Problemas con la visión lejana
Diferente nivel visual en los ojos
Estrabismo
Visión doble
Diabetes o hipertensión no controlada
Menos de 40 años
Miopía con más de 5 dioptrías