Existen tres síntomas de la apnea del sueño típicos
El ronquido. Este síntoma está prácticamente siempre presente, pero no es un síntoma específico, ya que muchos pacientes pueden ser roncadores sin padecer una apnea del sueño. El ronquido suele ser fuerte y entrecortado por las pausas de respiración.
Las pausas de apnea. Son mucho más específicas y, por ello, es muy útil la información que aporte el compañero de cama.
La somnolencia diurna. Este y el resto de síntomas pueden ser percibidos de forma distinta por el paciente y su familia, por lo que es útil disponer de toda la información.
Además de estos 3 síntomas característicos, hay que conocer el resto de sintomatología, ya que en ocasiones la presentación es distinta.
Otros síntomas de la apnea del sueño
El resto de síntomas nocturnos que pueden presentar los pacientes además de los ronquidos y las pausas de apnea observadas son:
Y los principales síntomas diurnos, además de la excesiva somnolencia durante el día, son:
Sensación de sueño no reparador
Cansancio crónico
Dolor de cabeza por las mañanas
Irritabilidad
Apatía
Depresión
Dificultad en la concentración
Pérdida de memoria
Disminución de la libido
Impotencia sexual
Síntomas de la apnea del sueño en mujeres y mayores
En las mujeres, los síntomas característicos son: depresión, ansiedad, irritabilidad, insomnio, cefalea o fatiga, que muchas veces son confundidas con los síntomas propios de la menopausia.
En los ancianos es característico encontrar nicturia, alteraciones cognitivas, depresión, ansiedad, insomnio y caídas, con lo que muchas veces se confunden con los síntomas propios de la edad avanzada.
Precisamente, los síntomas en las mujeres y en los ancianos suelen pasar más desapercibidos, lo que hace que la apnea se diagnostique más tarde y con menor frecuencia.
Los dos factores que explican toda la sintomatología que vemos en la apnea del sueño son la fragmentación del sueño y la hipoxia intermitente que, además, es la causante de complicaciones asociadas a la apnea del sueño como la hipertensión arterial, los problemas cardio y cerebrovasculares, las alteraciones neurocognitivas o el cáncer.